Fernández Ordóñez dice que si accedió a la fusión fue para evitar el ''bloqueo'' de ambas entidades

El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que ocupaba el cargo en el momento de la fusión de las cajas gallegas Caixa Galicia y Caixanova, asegura que si aceptó la unión de ambas entidades fue para evitar un ''bloqueo'' por parte de la Xunta de Galicia respecto de ambas cajas y que derivase en su intervención. Además, añade, impuso ciertos ''condicionantes'' a la operación, a los cuales supeditó su apoyo.

Fernández Ordoñez lamenta en su escrito de respuesta a las cuestiones planteadas por el PP desde la comisión de las cajas -la oposición se negó a participar tras la negativa del exgobernador a personarse ante la comsión debido a problemas de agenda- que la Xunta frustrara cualquier operación que no fuera la fusión entre las cajas gallegas. Además, puntualiza que fue esta administración -la Xunta- la que "lideró" el proyecto e impidió la viabilidad de algunas opciones "más sólidas" planteadas desde otros frentes.

Según Fernández Ordóñez, la cuestión no era liderar o no un proyecto, sino participar en los más "sólidos y sostenibles" para tratar de asegurar los tres pilares básicos del modelo por el que se crearon las cajas de ahorro: especialización en pymes y particulares, colaboración como entidad bancaria en el desarrollo de las regiones donde opera y reversión de parte de los beneficios obtenidos a la sociedad. "Lo importante era conseguir entidades lo más eficientes, rentables y viables que fuera posible a través de procesos corporativos", ha señalado.

Fernández Ordóñez recuerda que durante el año 2009 las dos cajas gallegas estuvieron trabajando en proyectos corporativos independientes, pero fue la "insistencia" y el "bloqueo" de la Xunta de Galicia a cualquier fusión de las cajas gallegas con otras de fuera de su Comunidad Autónoma la que impidió cualquier opción no gallega en la solución de los problemas.

"En esos momentos Caixa Galicia trabajaba en una integración con las otras dos cajas de ahorro que, aunque no fue estudiada por el Banco de España, le fue presentada por esas entidades, junto a un consultor, en diciembre de 2009. Se tenía conocimiento de que otra entidad grande, con una demostrada capacidad de gestión y que ha superado el ejercicio de estrés de Oliver Wyman con holgura, también estaba interesada en hacer una operación de integración con la caja coruñesa", explica el exgobernador del Banco de España.

Añade que Caixanova, por su parte, también sabía que su continuidad en solitario era complicada y, por ello, estaba negociando su integración en un proyecto con un grupo de cajas de ahorro "de similar tamaño y elevada solidez, que confería al proyecto, en principio, un calificativo de atractivo, aunque esta alternativa tampoco llegó a ser estudiada por el Banco de España". "Todas estas actuaciones se vieron frustradas por la rotunda negativa de la Xunta a autorizar cualquier operación que no fuera la fusión de las dos cajas gallegas y así se lo manifestó al Banco de España en repetidas ocasiones y a ello se encaminaron sus decididos pasos como el de la promulgación de la Ley 10/2009, de 30 de diciembre", ha incidido.

Fernández Ordóñez agrega que la Xunta "lideró el proyecto de integración de las dos cajas gallegas y las propias negociaciones entre los dos órganos de administración, y como respuesta a dos informes iniciales elaborados por Deloitte y PWC que tenían visiones diferentes de la viabilidad del proyecto, elaboró un informe interno, realizado por los técnicos de la propia Xunta, y solicitó a las cajas gallegas otros 4 nuevos estudios que fueron encargados a terceros".

Recuerda que por parte del Banco de España "no se escatimaron esfuerzos en estudiar la fusión y sus posibles alternativas". "El Banco de España insistió permanentemente en que era más seguro y mucho menos arriesgado buscar integraciones fuera de la Comunidad Autónoma", ha subrayado.

"Cuando quedó clara la negativa de la Xunta a proyectos más sólidos que el de la fusión de las dos cajas gallegas, el supervisor, como mal menor para evitar una situación de bloqueo, optó por exigir condicionantes para que la fusión pudiera ser aprobada con un mínimo de razonabilidad en cuanto a su solidez que se cumplieron muy parcialmente", ha zanjado.


Fernández Ordoñez insiste en que trasladó al propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, su postura frente a la fusión. La unión "era negativa desde el punto de vista de la competencia en Galicia y este era un argumento más para no haberla impulsado, además del fundamental de la mayor solidez de otras alternativas que se barajaron".

"Yo tuve ocasión de plantearle estos problemas de competencia al presidente de la Xunta en una entrevista en la que traté de convencerle -y es obvio que no pude- de que permitiera buscar soluciones más sólidas y mejores desde todos los puntos de vista económicos, incluido este, el de la mayor competencia",concluye.

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