Semana de pasión... y negocio

El fervor religioso sigue llenando hoteles en una Pascua que afianza el termalismo

La Semana Santa genera en Galicia entre 85 y 100 millones y 7.000 empleos, casi todos temporales y en hostelería ▶ La inestabilidad climática influye cada vez menos en los turistas 

Una de las procesiones de Semana Santa. AEP
photo_camera Una de las procesiones de Semana Santa. AEP

Las penitencias y los latigazos en la espalda quizás hayan quedado atrás, pero el fervor religioso sigue más presente en Semana Santa de lo que muchos creen. Y ahí está la contundencia de las cifras para demostrarlo: un 100% de ocupación turística confirmada en Ferrol y Viveiro, las dos localidades gallegas con procesiones de Interés Turístico Internacional y las únicas que han colgado ya el cartel de completo en sus hoteles. Es así año tras año, en unas fechas en las que la ciudad departamental se convierte en la mayor de Galicia al reunir a unas 300.000 personas, mientras que la villa mariñana triplica sus habitantes hasta los 50.000.

Y es que la Semana Santa es pasión, pero también implica un negocio que genera aproximadamente entre 85 y 100 millones de euros en la comunidad y —según Adecco— unos 7.000 empleos, la mayoría, eso sí, temporales, vinculados a la hostelería. Son los que hacen falta para atender al medio millón de personas que se prevé que visiten Galicia desde el jueves santo hasta el próximo domingo —un 10% del turismo anual— y que, en base a cálculos del año pasado, pernoctarán una media de un par de noches y gastarán 105 euros al día.

La maquinaria turística no solo se alimenta de la devoción religiosa. También se nutre del turismo rural —con lleno de ocupación en Os Ancares, O Courel y Ribeira Sacra, indica Fegatur— y cada vez más del termal, con epicentro en la provincia de Ourense y que según los hoteleros tiene en 2018 el año de su consolidación. Son sectores que atraen a viajeros en busca de calma y reposo, y eso es una buena noticia para Galicia , porque no le dan tanta importancia al sol en el parte del tiempo.

Cesáreo Pardal: "El tiempo influye cada vez menos en estas fechas; incluo hay turistas que vienen a Galicia para huir del sol de sus zonas"

Quizás por eso, pese a la inestabilidad del clima pronosticado para el puente, las previsiones hoteleras que anuncia para esos días el secretario del Clúster de Turismo de Galicia, Cesáreo Pardal, un 79% de ocupación, superan las del año pasado (75%), cuando, además, la Semana Santa ‘cayó’ en la primera quincena de abril, una circunstancia que a priori jugaría a favor de la pasada Pascua, ya que hacia principios de mes los bolsillos suelen estar más llenos.

Precisamente el factor económico es una de las bazas de Galicia: los precios por alojamiento son asequibles y se puede degustar una gastronomía única a un precio más que razonable. Y esta circunstancia, unida al atractivo paisajístico y arquitectónico, resulta decisiva a la hora de que los turistas —en su mayoría de Madrid, norte de la Península y Portugal— elijan la comunidad.

De la misma forma, miles de gallegos aprovechan el puente para hacer escapadas de un día sin salir de su tierra, por lo que no figuran en las estadísticas al no ocupar plaza hotelera. Pasar la tarde en un balneario, hacer senderismo por un parque natural o acercarse a otra localidad a ver una procesión o simplemente a comer y pasear son las opciones predilectas entre el turismo intrarregional.

"EL SOL IMPORTA, PERO MENOS". Si algo tiene claro el secretario del clúster es que el turismo de sol y playa no es la guerra de Galicia, al menos en Semana Santa. De hecho, "cada vez hay más gente que llega precisamente escapando del sol", explica Cesáreo Pardal, con amplia experiencia en el sector y que apuesta por potenciar las casas rurales —que pese al empuje de los últimos años no llegan de media al 50% de reservas para el puente— y los establecimientos termales, estos sí, llenos hasta la bandera. La percepción de que no es la búsqueda del buen tiempo lo que triunfa la tienen en Oca Hotels, una cadena gallega con hoteles en Viveiro, Manzaneda o Sanxenxo. Su responsable de ventas, Ana Lago, explica que el de la la localidad mariñana "está ya al 100%", mientras que el situado a pie de la estación de esquí "también roza el lleno", con más reservas que el ubicado en el punto neurálgico del turismo en las Rías Baixas (75%).

Con todo, la conocida como la Marbella gallega es un oasis en esta Semana Santa, donde los apartamentos turísticos —que tienen su fuerte en la Galicia costera y ciudades— rondan según Aviturga el 95% de ocupación, una tasa inusual para un destino de sol y playa en una Pascua en la hay muchas papeletas de que el sol falte a su cita con quienes buscan regresar bronceados y darse el primer chapuzón del año.

Pero si hay una playa que despierta el interés del visitante esa es la de As Catedrais. Más que a tomar el sol sus visitantes acuden a contemplar sus escarpados relieves rocosos y eso hace que la afluencia se dispare en estas fechas, con independencia del clima. La muestra está en que de las 43.500 acreditaciones que ha dispuesto la Xunta con el nuevo sistema de acceso —que obliga a ‘pedir cita’ por internet de forma gratuita— ya se han retirado la mitad, un mecanismo muy similar al instaurado en las Cíes, para donde se han sacado ya mil entradas, probando que las nubes tampoco tienen por que ser impedimento para disfrutar de este paraíso natural.

EL TIRÓN DE A MARIÑA. El turismo crea sinergias y el mejor ejemplo está en A Mariña. La Semana Santa de Viveiro ‘arrastra’ a sus visitantes a As Catedrais y a los afilados acantilados de O Fuciño do Porco, para acabar recorriendo diversos rincones de la comarca, algo similar a lo que sucede en las Rías Baixas, aunque en este caso el turismo sí está sujeto al buen tiempo.

El sol también influye, y mucho, en la ocupación de los cámpings gallegos, los "principales perjudicados" por el inestable clima que se vaticina. Y es que, además de que gran parte se emplazan en el litoral, a la hora de acampar es "esencial" que las condiciones meteorológicas sean favorables, explica Delfín Fidalgo, presidente de los Empresarios Gallegos de Cámpings, que cifra las previsiones de ocupación en un pobre 10%.

¿FALTA PROMOCIÓN? El éxito como destino turístico pasa por una adecuada promoción, algo que según la presidenta de Aviturga, Dulcinea Aguín, no se cumple. "Tenemos buen producto pero nos falta el envoltorio y ponerle el lazo. Fuera ya saben cómo es Galicia, tenemos qué mostrar qué se puede hacer y ofrecer más actividades", sugiere, mientras que Cesáreo Pardal, del clúster, ve "escasa" la publicidad de las procesiones en lugares como Fisterra o Meis, tras las voraces críticas a los concellos de Ferrol y Santiago por parte de quienes sostienen que divulgar el fervor religioso se traduciría en todavía más negocio.

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