Fin de semana de luto para el ciclismo, con tres fallecidos y diez heridos

Los tres ciclistas muertos y los diez heridos en tres accidentes de tráfico ocurridos este fin de semana en Navarra, Galicia y Guadalajara avivan la polémica sobre la seguridad de este deporte, después de que el pasado año se redujera con respecto a 2012 de 47 a 36 el número de fallecidos en las carreteras españolas.

El accidente más grave se ha registrado hoy en una carretera comarcal NA-1240, en el término municipal de Caparroso, Navarra, cuando un camión de transporte de cerdos volcó sobre un grupo de ciclistas, dos de los cuales murieron a consecuencia del traumatismo y otro resultó herido leve.

La tragedia ocurría al día siguiente de que en la localidad pontevedresa de Santa María de Oia ocho ciclistas resultaran heridos, dos de ellos de gravedad, al ser atropellados por una furgoneta en el kilómetro 18 de la carretera PO-552 que comunica Baiona con A Guarda, a su paso por Oia.

Entre los heridos estaba la campeona de España de triatlón de media distancia, Aída Valiño, que sufre una fractura de clavícula y de codo y se encuentra hospitalizada en el Hospital Meixoeiro, en Vigo.

"A veces no sé cómo nos salvamos, parece que somos de goma", comentó el presidente del club ciclista Riazor de A Coruña, Roberto Rilo, quien admite que subirse a la bicicleta y dar pedaladas se ha convertido en "una lotería".

El mismo domingo se registraba un accidente mortal en Almoguera, Guadalajara, donde un ciclista del que todavía no se conoce edad ni sexo se precipitó por un barranco de tres metros cuando circulaba por una carretera de urbanizaciones.

Poco después se conocía que en A Coruña un ciclista había arrollado a un peatón algo más tarde de las 16.30 horas. Los dos resultaron heridos graves y fueron hospitalizados a causa del impacto.

ESTADÍSTICAS

El 12 de abril pasado otra triatleta, Cecilia Rodríguez, murió cerca de la localidad de Nambroca, Toledo, arrollada por un coche mientras entrenaba en su bicicleta.

Según cifras de la Dirección General de Tráfico, la cifra de ciclistas muertos en accidentes durante 2013 se había reducido en once, pasando de los 47 del 2012 a 36, una media de tres muertes al mes.

Diez de los ciclistas que perdieron la vida en 2013 en las vías interurbanas, donde es obligatorio llevar casco, no portaban este elemento de seguridad, que no obstante pierde toda su eficacia cuando se trata de atropellos o aplastamientos, como en el accidente de hoy en Navarra.

Las estadísticas han mejorado con respecto a diez años atrás, cuando el promedio de ciclistas fallecidos era de uno cada tres días y el total de muertes anual rondaba el centenar.

Según la Subdirección General de Investigación y Formación Vial, la mayoría de los accidentes se producen en domingo y por carreteras convencionales de buena visibilidad.

El problema de la siniestralidad durante la práctica del ciclismo reside en que el colectivo de ciclistas, que se aproxima al millón en España, comparte la calzada con treinta millones de vehículos, quince millones de los cuales tienen más de diez años de antigüedad.

La práctica del ciclismo popular, especialmente durante los fines de semana, es una actividad beneficiosa para la salud, pero también de riesgo, una de las que produce más lesiones y muertes, por encima del alpinismo, el paracaidismo y el submarinismo.

Los conductores no siempre respetan las normas de tráfico, que exigen dejar un margen mínimo de metro y medio entre vehículo y ciclista durante la maniobra de adelantamiento.

La nueva Ley de Seguridad Vial, que entró el vigor el 11 de mayo pasado, introdujo novedades que afectan a la práctica del ciclismo, exigiendo el uso del casco para todos en vías interurbanas, y para los menores de 16 años tanto en carretera como en ciudad.

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