La fuga de un joven de 15 años y una mujer separada abre un conflicto entre familias gitanas en Xinzo

Los patriarcas tratan de apaciguarlo desterrando a uno y repudiando a otra

La ley gitana habló claro. Él será desterrado de Xinzo y deberá marcharse a vivir con un familiar lejos del municipio ourensano. Ella, quedará repudiada por la comunidad, aunque puede seguir residiendo en la comarca de A Limia. Así fue el castigo para los dos amantes —él, un joven de 15 años y ella, una mujer separada de casi el doble de edad—, destinado a establecer la paz entre las familias de ambos. 

Los protagonistas de este idilio roto se habían fugado del poblado a mediados del mes pasado, según detallaba este lunes La Región. Las familias sabían que entre el muchacho y la mujer había amistad, pero no que fueran enamorados y mucho menos que tuvieran entre sus planes escapar juntos para emprender una vida en común. Sea como fuere, pronto se arrepintieron de su impulso: en menos de un día, los dos regresaron a casa. Y ahí comenzaron los problemas. 

La primera propuesta para solucionar el escándalo fue la de tratar de resolver todo haciendo pasar a ambos por el altar. Pero la familia del menor se opuso tajantemente. Con las chispas cayendo ya sobre el polvorín, los patriarcas de los gitanos ourensanos tuvieron que desplazarse hasta Xinzo para mediar en un conflicto que dividía en dos bandos a los lugareños. Su dictamen, que contó con la aceptación de las partes, fue el exilio de uno y el repudio de la otra. 

ENFRENTAMIENTO. Sin embargo, las secuelas de la huida perduran y la semana pasada se registró un nuevo enfrentamiento en el casco viejo de Xinzo, aunque no hubo heridos. Así las cosas, los patriarcas gitanos permanecen vigilantes sobre el devenir de los acontecimientos. También la Guardia Civil, a fin de evitar cualquier estallido de violencia. 

No es este el único asunto bajo la atención de las autoridades. Que uno de los implicados sea menor de edad añade gravedad al problema e impone un cuidado especial. Por ello, el área de servicios sociales del Ayuntamiento de Xinzo se mantiene al tanto de la situación del adolescente a fin de comprobar que no se encuentra retenido contra su voluntad y que se garantizan derechos como la escolarización obligatoria. De lo contrario, le sería retirada la tutela a los padres. En declaraciones a La Región, fuentes familiares insistían en cambio que el chico está perfectamente atendido por sus allegados y que no sufre ningún riesgo. En cualquier caso, el romance con su vecina parece estar destinado a la imposibilidad.