Galicia necesita más familias acogedoras para menores en lista de espera

Galicia necesita ampliar el espectro de familias acogedoras para poder adecuarse a las necesidades de los menores que todavía están en lista de espera. Así se desprende de los datos facilitados este viernes por la Consellería de Traballo e Benestar sobre el banco de familias acogedoras gestionado por la Cruz Vermella.

A 31 de octubre de 2010, la Xunta de Galicia tenía bajo su tutela a un total de 1.464 menores. Además, un total de 105 familias estaban acogiendo a algún niño en situación de riesgo y desamparo en sus casas y 84 estaban disponibles para hacerlo. La comunidad cuenta actualmente con 266 familias acogedoras en su banco, pero 74 de ellas están en espera temporal voluntaria. Asimismo, 37 menores están aguardando para ser acogidos en algún hogar.

Los menores tutelados por la Xunta pueden ser atendidos en centros de menores o acogidos por familias, priorizándose siempre esta última opción y a ser posible en la familia extensa del niño —abuelos, tíos, primos...—, para evitar el desarraigo del pequeño. La asunción de la guardia por el Gobierno autonómico puede derivarse de tres motivos: porque tenga asumida la tutela, poque los padres lo soliciten por no poder atender temporalmente al menor o porque lo establezca un juez.

El programa 'Familias acolledoras' consiste en confiar el cuidado de un menor a una familia que reúna las condiciones personales, educativas y materiales necesarias para proporcionarle una vida familiar óptima para su desarrollo. Para ello, se lleva a cabo un programa específico de captación, selección y apoyo a estas unidades familiares.

La odisea de encontrar una familia idónea
Encontrar a la familia idónea para cada menor es más complicado de lo que parece. En principio, se intenta no separar al niño de su entorno, para hacer menos traumática la separación y poder mantener los vínculos con su familia de origen, siempre y cuando no se considere perjudicial. Así, además de buscar una familia adecuada hay que intentar que esté en su entorno. En los núcleos urbanos es relativamente sencillo, pero en poblaciones más pequeñas, teniendo en cuenta la dispersión geográfica de Galicia, la cosa se complica.

Pero esta no es la única dificultad. Hay familias que sólo están dispuestas a acoger en fines de semana y vacaciones; y en el caso de menores con discapacidad encontrar un hogar que atienda sus necesidades especiales se complica todavía más. En el caso de hermanos, siempre se procura que permanezcan acogidos por la misma familia, lo que no siempre resulta sencillo.

Para intentar solucionar este problema y ampliar el espectro de familias acogedoras, este sábado la Xunta inicia una campaña para concienciar a los gallegos de la importancia del acogimiento familiar. Además, Benestar acometió este año diversas modificaciones en el programa, para agilitar su tramitación y el pago de las retribuciones. En función de las circunstancias de la familia acogedora y del niño, estas pueden recibir una compensación económica por su colaboración.

Así lo destacó la secretaria xeral de Familia e Benestar, Susana López Abella, en el transcurso del acto de celebración del Día Internacional da Infancia, que se conmemora este sábado, en el vigésimo primer aniversariod e la aprobación del Convenio de los Derechos del Niño.

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