Galicia registró 60 asesinatos machistas entre 2003 y 2019, casi la mitad en Pontevedra

Un estudio del Observatorio contra la Violencia de Género constata que el 74% de las víctimas en toda España no habían denunciado a su agresor. En un centenar de casos, la convivencia continuaba pese a la existencia de una denuncia previa
Lazos en una concentración contra la violencia de género. EFE
photo_camera Lazos en una concentración contra la violencia de género. EFE

Galicia registró al menos sesenta feminicidios entre enero de 2003 y el 20 abril de 2019. El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género ha publicado un estudio en el que se analizan los crímenes machistas ocurridos en España entre el momento en el que empezaron a contabilizarse las cifras de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas y el día en el que este indicador llegó al millar de casos. 

La mayoría de esos asesinatos machistas se registraron en las provincias de Pontevedra y A Coruña, las más pobladas —con 27 y 21 víctimas—, respectivamente. Otros seis feminicidios se registraron en Lugo y seis máis en Ourense. 

Con estos números, la comunidad presenta una tasa de víctimas mortales que asciende a 2,9 al año por cada millón de mujeres mayores de 15 años, mientras que la media estatal estaba en las 3,1. Este indicador aumentó en la primera mitad del periodo analizado, hasta llegar a 3,6, aunque disminuyó en la segunda mitad hasta 2,7. Según las cifras del estudio, el dato es mayor en las zonas costeras (4,4) y menor en las del interior (2,5). 

El informe revela también que la inmensa mayoría no había presentado denuncia contra su agresor, en concreto un 73,9%. No obstante, un 12,4% del total contaba con medidas de protección en vigor, mientras que el 60,5% de estas mujeres mantenía la convivencia con su agresor.

Seis de cada diez víctimas vivían con su agresor

Entre enero de 2003 y abril de 2019 han muerto cada año en España una media de 61 mujeres a manos de sus parejas o exparejas. El año más trágico fue 2008, con 76 víctimas mortales. 

"Si comparamos el promedio anual de víctimas mortales pasaron de 68,3 mujeres asesinadas cada año entre 2003 a 2010 a 54,4 entre 2011 y 2019. Este dato nos permite albergar cierta esperanza y muestra que en España se está trabajando en la dirección correcta, pero al mismo tiempo nos indica que no podemos bajar la guardia", subrayó la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona.

En cuanto al momento en que se cometieron los crímenes, el estudio muestra que los meses con más casos son julio y enero, con 98 y 94 casos respectivamente. El peor día de la semana, los domingos, con 172 casos. 

El informe concluye que la incidencia de la violencia machista fue superior en el mes de julio

La edad media de las víctimas mortales de la violencia machista en el periodo sometido a estudio fue de 42,2 años.  

La mayoría de las mil mujeres asesinadas (655) eran españolas. De las 345 víctimas extranjeras, el 46% eran originarias de América Latina.

El informe también refleja que 765 menores han quedado huérfanos como consecuencia de la violencia de género en los años analizados en el estudio. De ellos, 499 eran hijos o hijas del agresor. 

Según precisa el observatorio, este dato confirma que la maternidad es una de las circunstancias que aumentan el riesgo para las víctimas. En concreto, tres de cada cuatro mujeres asesinadas entre 2003 y 2019 eran madres, y en casi la mitad de los casos los hijos eran menores de edad.

La violencia de género dejó huérfanos a 765 menores en esos años 

Además, se evidencia que la convivencia con el agresor es otro de los factores que aumentan el riesgo para la vida de las víctimas, pues el 60,5% de las mil mujeres asesinadas vivía con su agresor en el momento en que ocurrieron los hechos. En un centenar de casos, la convivencia continuaba pese a la existencia de una denuncia previa y en 29, pese a estar activa alguna medida de protección para la víctima. 

El 60,6% de los asesinatos fueron cometidos por la pareja con la que la víctima mantenía una relación cuando ocurrieron los hechos; en un tercio de los crímenes (27,8%) el autor fue la expareja y en un 11,6% de los casos el crimen se produjo durante una crisis o cuando la relación se encontraba en una situación transitoria. 

Carmona asegura que este informe permitirá "mejorar los instrumentos en la lucha contra la lacra" de la violencia machista, pues permite "conocer el perfil del agresor, determinar las circunstancias que agravan el riesgo para las víctimas y detectar de forma más eficaz cuándo deben ponerse en marcha los mecanismos de protección". 

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