Los gases invernadero repuntan un 30% con el descenso de la energía renovable

Los parques eólicos gallegos paliaron una caída de producción muy ligada a la sequía que lastró a la hidroeléctrica y que se compensó quemando carbón y, en especial, gas. La menor demanda interna y externa contuvo en parte las emisiones
Central térmica de As Pontes. EP
photo_camera Central térmica de As Pontes. EP

La producción de energía eléctrica con fuentes renovables cayó el año pasado un 19% en Galicia mientras que la procedente de fuentes fósiles siguió el camino contrario y aumentó un 26%. Los factores son múltiples, pero la consecuencia cierta es que "medraron notablemente as emisións de gases causantes de cambio climático" asociadas a esta actividad. Fueron unos 3,5 millones de toneladas, un 30% más que en 2021. Un repunte que, además, destaca al llegar tras cuatro años consecutivos de descenso. 

Estas son las conclusiones del informe publicado este lunes por el Observatorio Galego da Acción Climática (Ogacli), el cual, con base en datos de Red Eléctrica de España, advierte de que la transición eléctrica "retrocedeu" en 2022 en Galicia. 

¿Y cuáles son los motivos de este descenso de la producción eléctrica renovable? Según el observatorio, hay que buscarlos por un lado en la sequía que puso en jaque los sistemas hídricos de la comunidad y por otro en el "estancamento" de la potencia eléctrica renovable instalada, que "tan só creceu o 0,8%, cando menos ata setembro". Dos factores que provocaron que este tipo de producción "só" representase un 64% del total, "afastándose do obxectivo do 100% que cumpriría acadar en 2030" de cara a conseguir "reducións ambiciosas das emisións de gases de invernadoiro" durante esta década –por su parte, la Axenda Enerxética de Galicia 2030 de la Xunta prevé que las renovables representen el 84,8% para dicha fecha–. 

Entrando en detalles, Ogacli explica que la disminución en la generación renovable se debió "moi principalmente" al desplome del 46% en la contribución de las centrales hidroeléctricas en un año extremadamente cálido y seco pese a las precipitaciones de noviembre y diciembre, con algunas zonas ya con la prealerta por sequía decretada desde febrero. 

La producción mensual en los embalses "foi moi inferior á media dos cinco anos anteriores". La única excepción la constituyeron los dos últimos meses del curso, en la que fue "similar". En total, se cayó de los 7.691.730 megavatios hora (MWh) generados en 2021 –el 31,8% del total– a los 4.136.900 del año pasado –el 18,5%–. 

Dentro de este ámbito, también hubo descensos en la producción mediante biomasa –que desciende un 11% en su volumen aunque mantiene una cuota del 2,2% del total– y, muy ligeramente, en la solar, si bien esta apenas supone el 0,1% de la energía gallega

En cambio, la otra cara de la moneda está en los parques eólicos, que paliaron el descalabro de las renovables ya que incluso generaron un 2% más, 9.719.900 MWh, "en liña co cativo aumento da potencia instalada". Se mantiene así como principal fuente de la energía gallega, al aportar un 43,4% de todo el conjunto, casi cuatro puntos más que en 2021. 

Emisiones de CO2 en la producción energética en Galicia. EP

Carbón y sobre todo gas

Esta caída de las renovables se compensó "parcialmente" quemando más carbón y, "sobre todo", gas fósil. La producción de las centrales térmicas de ciclo combinado –que funcionan mediante el trabajo conjunto de una turbina de gas y otra de vapor– de As Pontes y Sabón "igualou o seu máximo histórico", que data de 2008, y se erigieron en la segunda fuente de energía, solo por detrás de la eólica. Supuso el 22,6%, un alza reseñable frente al 15,3% de 2021. 

Por su parte, después de que en septiembre el Ministerio para la Transición Ecológica optase por una solución mixta manteniendo operativos dos de los cuatro grupos de la central de forma temporal y cerrando otros dos, la central de As Pontes volvió a quemar carbón en noviembre tras haber estado apagada desde finales de junio. Aparte de los efectos de la sequía, influyeron "las tensiones provocadas en los mercados energéticos por la guerra en Ucrania" y "la indisponibilidad de buena parte del parque nuclear francés", justificó el Gobierno. Al final, su balance del año "case duplicou" la producción del ejercicio anterior. Con todo, aporta solo el 3,8% del total. 

En consecuencia, "a forte repunta" en las fuentes no renovables derivó en este "incremento considerable" del 30% de las emisiones de gases de invernadero, "un importante paso atrás na descarbonización da xeración de electricidade". Tras recalcar que este campo "segue a ser unha das maiores fontes de gases causantes do cambio climático" –llegó a ser responsable del 42% de las emisiones en 2012 y aún copaba el 16% en 2020, último año del que aporta estimaciones–, el observatorio zanja que "a desfosilización total da xeración eléctrica" es "estratéxica" para la descarbonización de toda la economía, "mediante o aumento da súa electrificación". 

Alcoa y la menor demanda

Pero Ogacli añade que esta emisión podría haber sido aún mayor de no haberse dado un "forte descenso" tanto en la demanda interna de energía como de las exportaciones al resto de España, lo que contribuyó a que la producción eléctrica se redujese en 7% frente a 2021. Con datos hasta septiembre, la primera cayó un 20%, lo que atribuye a una "diminución do consumo industrial" y, en particular, a la paralización de la planta de aluminio de Alcoa en San Cibrao

Aun así, el informe destaca que solo con la producción renovable no se habrían cubierto las necesidades internas de Galicia. Sin la energía fósil, "tería sido deficitaria durante a maioría dos meses".

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