El BNG propone gravar las rentas de más de 100.000 euros

El BNG considera que los Presupuestos gallegos para el 2010 son desatinados. "Pese a enarbolar el gasto social como bandera, propone recortes en personal educativo, en personal sanitario pese al aumento de las listas de espera, en la gratuidad de los libros y comedores escolares y en las consignaciones a dependientes". Lo ha denunciado el líder de los nacionalistas gallegos, Guillerme Vázquez, quien ha aprovechado para exigir una reforma fiscal que grave las rentas de más de 100.000 euros anuales.

La receta cocinada por el Gobierno gallego y del español para salir de la crisis, es, a juicio de Vázquez, "la misma: seguir poniendo dinero para las mismas políticas sociales que no están reduciendo la diferencia entre quienes tienen más y quienes menos poseen".

Obtener más del que más tiene
Para solucionar tal situación, el nacionalista ha sido rotundo al indicar que es necesario "un cambio más profundo que ni PP ni PSOE están dispuestos a acometer". Tal medida pasa por que los poderes políticos regenten la distribución de la riqueza y que empezaría por una reforma fiscal que grave progresivamente las rentas, "obteniendo más de aquellas que superen los 100.000 euros anuales".

Según los cálculos del BNG, ello supondría una recaudación superior a la esperada por el Gobierno gallego y ayudaría al mismo tiempo a reducir las desigualdades. “En una palabra: creer en el gasto público como mecanismo para que la mayoría de la población vea satisfechas sus necesidades básicas, por cierto, lo contrario de lo que está haciendo el presidente Feijóo”, con cuyo gobierno ha brotado "un mayor porcentaje de mileuristas".

Generar trabajo
Vázquez aseguró que la gente no está preocupada por el déficit público “sino por las dificultades para mantener un empleo digno” y denunció que tanto los presupuestos del Estado como de la Xunta priorizan limitar ese gasto en lugar de preocuparse por generar más trabajo.

El portavoz del Bloque puso como ejemplo la situación del sector lácteo, demandando un apoyo del gobierno autónomo a la creación de pequeñas cooperativas “como medio de que no se cierren los centros de transformación de la leche en Galicia”.

Aseguró que estos casos se repiten en otros sectores y no se trata de subvencionar las pérdidas esperando que el mercado se regule, sino de "dejar de rechazar propuestas" que pueden solucionar un problema que hasta ahora no han podido afrontar “con esta política más preocupada por el recorte del gasto que por el respaldo al tejido productivo” los responsables gallegos, españoles y europeos.

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