Investigan el hallazgo de restos humanos cerca del coche calcinado que apareció en A Veiga


Imágenes del dispositivo desplegado en la zona

(EFE/ Brais Lorenzo)

 La Guardia Civil ha finalizado esta tarde la recogida de restos óseos humanos y muestras, sin identificar, en el lugar en el que fue localizado el vehículo calcinado de un holandés desaparecido hace cuatro años en los montes del municipio orensano de A Veiga.

Según informa el Instituto Armado, la Policía Judicial y los forenses han concluido la recogida de muestras alrededor de las 17:35 horas con la ayuda de un perro perteneciente al Servicio Cinológico, y han procedido a levantar el cordón de seguridad que rodeaba el perímetro donde se realizaron las investigaciones.

Después de varios intensos días de búsqueda se ha encontrado un cráneo en trozos y otros restos óseos desperdigados, además de restos de ropa a pocos metros del todoterreno del holandés.

El juez de Instrucción de O Barco, que ha decretado el secreto del sumario, ha supervisado desde primera hora de la mañana la recogida de los restos de una fogata, que podría haberse utilizado para eliminar rastros, quemar un ordenador del desaparecido, junto con los restos óseos, trozos de un cráneo sin signos aparentes de violencia y parte de un teléfono móvil.

Divididos por una pista forestal, los restos fueron localizados semiocultos por la maleza en un radio de cien metros cuadrados. Al otro lado de esta pista, a escasos metros del vehículo, aparecieron restos de ropa deteriorada, que han sido enviados a analizar.

Los agentes de la Guardia Civil de Ourense y del Equipo de Inspecciones Oculares y los forenses fueron los encargados de participar en el rastreo y evaluación de los restos situados a unos cincuenta metros del coche calcinado de Martín Verfondern.

La desaparición del alemán, nacionalizado holandés y vecino de Santoalla, Petín, suscitó entonces numerosas especulaciones debido a los enfrentamientos que había entre él y sus vecinos, según su mujer, por el dinero de las tierras.

Durante cuatro años, amigos del desaparecido y dispositivos de búsqueda trataron de localizarle sin éxito, hasta que el pasado martes el helicóptero de la Guardia Civil avistó durante un control el vehículo del holandés desaparecido, que fue inspeccionado posteriormente por efectivos del cuerpo.

La investigación se centra actualmente en la hipótesis del homicidio de este hombre cometido por uno o varios autores, en base a que el vehículo localizado se corresponde con el del holandés, y no se descarta la implicación de alguien del entorno. Para ello, tratan de esclarecer si los restos hallados se corresponden con el de Martin Verfondern, que desapareció hace más de cuatro años de la localidad de Petín, cuando salió de compras al Barco de Valdeorras.

Su mujer, Margo Pool, no descarta que los problemas de su marido con los vecinos pudiesen haber tenido algo que ver con su desaparición, pues las desavenencias habían derivado a varios pleitos judiciales por tierras comunales.

Los restos óseos serán analizados en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y el coche y los otros restos en el laboratorio central de la Policía Judicial de la Guardia Civil, en Madrid.

EL HALLAZGO DEL COCHE, EL MARTES
El vehículo de la marca Chevrolet fue avistado el pasado martes en el municipio ourensano cuando un helicóptero de la Guardia Civil sobrevolaba la zona forestal de As Touzas das Azoreiras, en esta localidad.

Desde un primer momento, se barajó que el vehículo pudiera corresponder con el de dicho ciudadano, desaparecido en enero de 2010 de la localidad de Petín, donde residía con su esposa.

El coche, un Chevrolet Blazer importado, un modelo muy característico, fue identificado rápidamente a pesar de que carecía de placas de matrícula, según precisaron fuentes cercanas a la investigación.

Tras el hallazgo del coche, especialistas en investigación ocular acudieron al lugar para tratar de buscar restos dentro del vehículo así como en los alrededores, un lugar de forma triangular situado en los montes próximos a Lamalonga, a los que se sumaron hoy los canes, que localizaron los restos en la zona donde apareció el coche.

Según fuentes de la Guardia Civil, los agentes que iban en el helicóptero, una vez en tierra, comprobaron que el vehículo, situado en una zona de pinares, estaba casi calcinado y sospecharon que pudiera ser el del holandés desaparecido

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