El hombre que mató a su mujer en O Carballiño "no sabe lo que hace", según los forenses

Acreditan que padece una "profunda demencia" que le impide ejecutar o alterar un plan 
 

El hombre con demencia acusado de asfixiar a su mujer en O Carballiño BRAIS LORENZO
photo_camera El hombre con demencia acusado de asfixiar a su mujer en O Carballiño. BRAIS LORENZO

Los médicos forenses y los peritos encargados de la elaboración de los informes psiquiátricos y psicológicos han coincidido en señalar que el acusado de producir la muerte de su mujer por asfixia en O Carballiño (Ourense) está "profundamente afectado por su demencia", que anula sus "capacidades volitivas" y le impide "la ejecución o alteración de un plan". 

En la segunda jornada del juicio con jurado popular en la Audiencia Provincial de Ourense, los encargados de las pruebas periciales han apuntado a que el imputado "en ningún momento mostró signos de agresividad". 

Según el relato del Ministerio Fiscal, los hechos ocurrieron en la mañana del día 29 de enero de 2017 cuando el agresor, después de mantener una discusión con su mujer en el interior de la vivienda porque ella no le dejaba las llaves, la agarró fuertemente por el cuello causándole la muerte por asfixia. 

Los forenses que practicaron la autopsia a la víctima han declarado este martes que la mujer "pudo ser estrangulada con el cable de la lámpara", situado muy cerca del cuerpo. Es más, el estudio de "los hematomas en el interior del cuello" les han llevado a creer que "quizá el agresor, al ver que la víctima no se ahogaba por completo, empleó las manos". 

En su relato han subrayado que "el cadáver tenía múltiples golpes en las piernas, brazos y cara", además de "signos de defensa en los antebrazos" que indican que "la víctima se resistió". "La existencia de lesiones en el labio nos hace pensar que la mujer pudo haber sido empujada contra la cama para asegurarse de que dejaba de respirar", han manifestado. 

UNA DEMENCIA FRONTO-TEMPORAL. A las preguntas del Ministerio Fiscal para conocer si el acusado estaba en condiciones de cometer el hecho, los médicos forenses han incidido en la demencia fronto-temporal que padece el encausado, lo que le genera "conductas erráticas" y "anula la respuesta emocional ante cualquier situación". 

Meses después del homicidio, estando el acusado ya ingresado, "lo único que le preocupaba era si la comida que había en la casa se iba a estropear", han explicado los forenses. El imputado "no mostraba ninguna reacción" aunque se le dijese que su esposa había fallecido porque "no interpreta ni analiza lo que está pasando". 

Una de las peritos y psicólogas encargadas del seguimiento del acusado en ingresos previos a los hechos ha indicado que "no cree que estuviese en condiciones de iniciar un acto tan complejo", porque tenía "muy alteradas" las funciones "tanto para iniciar un plan como para llevarlo a buen término". 

LA MUJER NUNCA QUISO INGRESARLO. Con anterioridad, los psicólogos y psiquiatras ya habían aconsejado a la mujer el ingreso de su marido en un centro de la tercera edad por "la dependencia" y "actitud demasiado pegajosa" que él mostraba hacia ella. Sin embargo, la víctima siempre se mostró "muy reticente" y decía que "de ninguna manera". 

En calidad de testigos han intervenido en la segunda sesión del juicio una vecina de la pareja y la cuñada del acusado. Ambas han coincidido en que "andaban siempre muy unidos" y "se llevaban muy bien". Además, han dicho que "jamás" han visto que el acusado "maltratase" a su mujer.