Logran estabilizar el incendio en el monte de A Fracha tras calcinar 380 hectáreas

Las llamas se iniciaron en la tarde del viernes en Xustáns (Ponte Caldelas) y llegaron a afectar al parque forestal pontevedrés ▶ La UME se incorporó a las tareas de extinción
Incendio forestal en A Canicouva. ANXO LORENZO
photo_camera Incendio forestal en A Canicouva. ANXO LORENZO

Tras el infierno vivido en Saiar y Vilagarcía apenas unas horas antes, la lacra de los incendios llegó a Pontevedra en la tarde del viernes, con un incendio forestal que se declaró en Xustáns y que se extendió por varios lugares de ese municipio y también de Pontevedra, como la parroquia de A Canicouva y el núcleo de O Vilar, en Ponte Sampaio. Tuvieron que pasar 24 horas para que el fuego se diera por estabilizado, tras arrasar 380 hectáreas, según informaron efectivos sobre el terreno.

"No hay llama en todo el perímetro". Los medios no se movieron del lugar para evitar que se reprodujera el fuego.

Así lo informó también el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, al filo de las diez de la noche. "Perimetrado e controlado o incendio no Monte da Fracha. Permanecen dous reténs controlando os puntos quentes que poidan quedar. Os medios municipais establecemos vixilancia na zona de Ponte Caldelas por se reaviva en algún punto e as brigadas da Xunta quedarán de garda en zonas altas e conflitivas ata as catro da madrugada".

La alerta por incendio forestal se declaró sobre las siete y media de la tarde del viernes con una densa columna de humo muy visible desde el centro de la ciudad y también desde otras localidades de la ría, como Poio y Marín. Solo durante la noche calcinó 150 hectáreas.

A media tarde de este sábado la Consellería de Medio Rural actualizó la extensión afectada y la elevó a 300 hectáreas. En el último parte de la jornada eran ya 350.

El fuerte viento que sopló desde un principio empujó las llamas en dirección a Pontevedra, por lo que la Xunta activó la situación de alerta dos por la proximidad a las casas de A Canicouva y a varios núcleos de Xustáns y Baltar, en Ponte Caldelas, así como a O Vilar.

El viento dio una tregua No fue hasta las tres de la tarde de este sábado que el viento cambió de dirección y dio una tregua a los vecinos de ambas parroquias pontevedresas, pues A Canicouva y O Vilar quedaron fuera de peligro.

La Xunta de Galicia había desplegado hasta mediodía, según el parte de las 13.30 horas, cinco técnicos, doce agentes, 33 brigadas, 26 motobombas, cuatro palas, ocho aviones y ocho helicópteros.

No obstante, la complicada situación obligó a incrementar el despliegue a lo largo de la tarde, por lo que en el último informe eran ya cinco técnicos, 16 agentes, 42 brigadas, 29 motobombas, cuatro palas, ocho aviones y diez helicópteros. A este despliegue se sumó la movilización de voluntarios de Protección Civil de Pontevedra y Poio, de los bomberos de Pontevedra y distintos medios municipales de Pontevedra y Ponte Caldelas, así como agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de la capital y vecinos.

Vecinos de A Canicouva, que viven a escasos metros del frente de fuego, aguardando intranquilos la extinción de las llamas. S.M.
Vecinos de A Canicouva, que viven a escasos metros del frente de fuego, aguardando intranquilos la extinción de las llamas en la noche del viernes. S.M.

No faltó el propio alcalde Andrés Díaz, al pie del cañón desde el primer momento y dando cuenta puntualmente del avance de las llamas y de las labores de los equipos de extinción a través de las redes sociales. Sus post sirvieron también para recoger todo el sentir vecinal, ya fuera de tristeza, indignación o de agradecimiento a los brigadistas y voluntarios que luchan sin descanso contra el fuego.

Precisamente Díaz informó a mediodía del sábado de que el agravamiento de la situación había implicado el desplazamiento de la Unidad Militar de Emergencias (UME) hasta el monte de A Fracha. "Profundamente preocupados". 

Su homólogo en Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, manifestó también a través de las redes, pues está de vacaciones, que seguía "con preocupación e atención" el avance del incendio "concretamente na Fracha, e que mantivo en vela esta noite á veciñanza da Canicouva e de Ponte Sampaio".

Pendiente de lo sucedido estuvo en todo momento la concejala de Protección Cidadá, Eva Vilaverde. "Queremos mandar toda a solidariedade aos veciños e veciñas afectadas", manifestó a última hora de la tarde, con la esperanza de que el fuego pudiese ser controlado antes de anochecer.

"Pasaron unha noite en vela preocupados, un día horrible, e tiveron que sufrir cortes de luz toda a noite e todo o día ata hai un pouco, sen explicación, con xente enferma" y, a mayores, "pendentes de que o lume cambiase de dirección e viñese para as casas".

Al igual que unas horas antes, la edil afirmó que estaban "profundamente preocupados desde o Concello e prestando toda a colaboración necesaria co operativo de Axega. Estiveron varias patrullas da policía local colaborando porque temos moito máis coñecemento do terreo, das pistas e dos accesos. E os bombeiros estiveron no Vilar e na Canicouva e arriba no polígono, porque había que estar pendentes por se había que protexer esas zonas".

Con las viviendas fuera de peligro, la preocupación se trasladó también a otra joya del municipio. "Vemos con tristeza que o lume está no parque forestal da Fracha e non sabemos como quedará. Seguimos pendentes da poboación e esperamos que cos medios aéreos se consiga controlar o incendio.

"Hai que curar a ferida pero non é suficiente -manifestó Vilaverde-. Hai que ir á orixe da ferida e temos un monte, tamén aquí, afectado polo monocultivo de eucalipto e por unha falta de ordenación e de produción absoluta". "A cruda realidade dos incendios forestais en Galicia é esta e temos un auténtico polvorín", lamentó. Los incendios forestales, añadió, son "unha sangría e un problema económico, social, ecolóxico ao que lle hai que meter man e ir á orixe. Non podemos seguir tendo monocultivo de eucalipto, non podemos obviar a necesidade de poñer o monte a producir e telo coidado durante o inverno porque isto é inasumible".

Otros incendios

El incendio de Caldas de Reis, en Saiar, sigue activo, pero con evolución favorable, y aguanta en 450 hectáreas ardidas.

Ya en Arbo, uno de ellos, el de Mourentán, está controlado desde anoche y son 400 las hectáreas perdidas, y en el caso del de A Barcela, que entró por Portugal, está controlado y hay 82 hectáreas quemadas.

En el resto de Galicia, el incendio forestal de Cures, en Boiro, continúa activo y ha arrasado ya 2.000 hectáreas, según la información aportada por la Consellería de Medio Rural.

Allí se mantiene la situación dos, medida preventiva decretada por la proximidad de las llamas al núcleo de Piñeiro.

Ayuntamientos colindantes, como los de Ribeira, donde en Oleiros fueron desalojadas 700 personas del camping Ría de Arosa, y A Pobra se han visto afectados por la propagación.

El alcalde de esta última localidad, Xosé Lois Piñeiro, ha hablado en sus redes sociales de una noche "peor" tras un día "fatal" para la comarca del Barbanza por un fuego que cruzó el monte "a toda velocidad" siendo imposible saber dónde iba "a parar". "Difícil asimilar todo esto, herida profunda en nuestra tierra", ha escrito.

Por otra parte, se ha dado por estabilizado el incendio iniciado el pasado miércoles en Verín que, según las últimas estimaciones, ha calcinado unas 600 hectáreas. En esa misma provincia, en O Pereiro (A Mezquita) está controlado otro fuego que devastó 150 hectáreas.

En total, los incendios importantes notificados en esta jornada y que siguen sin apagar han quemado más de 4.000 hectáreas.

La evolución de los incendios empieza con los fuegos activos, pasan a estabilizados, siguen a controlados y concluyen cuando están extinguidos.

Medio Rural recuerda que está a disposición de la ciudadanía el número de teléfono gratuito 085, al que deben llamar en caso de detectar algún fuego forestal.

Además, existe un teléfono anónimo y gratuito, el 900 815 085, para denunciar cualquier actividad delictiva incendiaria de la que se tenga sospecha o conocimiento.