Desde 2005 el panga ha revolucionado el mercado gallego. De bajo precio, sin piel ni espinas y de apariencia y gusto similar al de la merluza; los compradores se habían rendido a su facilidad de consumo. Con la polémica alimenticia sobre la mesa, su curiosidad dormida despertó y surgieron las preguntas. ¿De dónde sale y, sobre todo, qué es el panga?
Cultivado en granjas de río
En el delta del río Mekong, en Vietnam, se crían dos variedades de panga: el Pangasius hypophthalmus, conocido como “tra” y el Pangasius bocourti, llamado popularmente “basa”. El primero representa el 95% de los cultivos, por su facilidad de engorde – puede alcanzar los dos kilos en seis meses-. El basa sólo el 5%.
El cultivo se hace en charcas sobre el río. Dependiendo de su método de crianza y el color de su carne, existen tres tipos de filetes de panga. El mejor es el blanco, procedente de pangas criadas en jaulas de río con aguas frescas, constantemente en movimiento. Segunda en calidad es la carne roja, de los peces cultivados en estanques a los que se les renueva periódicamente el agua. El panga de carne amarilla se cría en charcas en las que el agua está “algunas veces” - según Sea Food of Vietnam- estancada. Esta última variedad no se exporta a Europa, afirman.
De su alimentación son responsables los campesinos de la zona, que vierten sacos de cereal en el río o directamente en las pequeñas charcas. Granos de soja, arroz y pescados del propio río son las bases de su dieta según Sea Food Of Vietnam.
Tras su recogida, el panga es trasladado vivo a fábricas donde se selecciona, mata, filetea y congela individualmente, para su posterior exportación. Cámaras de seguridad siguen este proceso desde todos los ángulos para garantizar la calidad del material, que pasa todos los controles de calidad, según asegura Sea Food Of Vietnam.
Industria en crisis
La industria del panga emplea a miles de vietnamitas, tanto a nivel de explotaciones familiares de cría (mostradas en 2003 en un documental alemán) como en las grandes fábricas. Sin embargo, la industria ha crecido demasiado rápido -sólo en España, las exportaciones aumentaron un 237% en tres años-. El boom ha desembocado en una superproducción de panga que ha saturado los mercados y bajado demasiado los precios.
Una situación de crisis agravada por unos peces que cada vez crecen más rápido, debido a las controvertidas técnicas de engorde utilizadas. Todo tipo de “bulos” sin procedencia clara salpican la salubridad del panga, el más difundido el que afirma que se les inyectan hormonas obtenidas de orina deshidratada de mujeres embarazadas. Leyendas urbanas sin confirmar que sólo contribuyen a aumentar los interrogantes.
¿Qué es el panga?
