La jueza del Alvia pide no cuestionar los peritajes o necesitará un "perito de peritos"

La magistrada María Elena Fernández Currás ha arremetido de nuevo contra la estrategia de juzgar algunas secuelas en la salud o vida de los viajeros 
La jueza Elena Fernández Currás, en una sesión del juicio. ÁLVARO BALLESTEROS (EUROPA PRESS)
photo_camera La jueza Elena Fernández Currás, en una sesión del juicio. ÁLVARO BALLESTEROS (EUROPA PRESS)

La magistrada María Elena Fernández Currás ha pedido tajantemente este jueves en una nueva sesión del juicio por el accidente del Alvia en 2013 no cuestionar los peritajes aportados a la causa, porque en caso contrario, ha dicho con ironía, va a tener que pedir "un perito de los peritos".

La jueza, que al inicio de la vertiente civil ya había reprendido a las aseguradoras por investigar a las víctimas de aquella tragedia ferroviaria a través de las redes sociales, ha arremetido ahora de nuevo contra la estrategia de juzgar algunas secuelas en la salud o vida de los viajeros al dudar de su relación total con el siniestro que se saldó con 80 muertos en julio de 2013.

En esta jornada, que se inició con las testificales a las nueve y media y culminó a las 12:41 horas, Fernández Currás se ha puesto muy seria al pedir "no estropear" la "buena actuación" y el comportamiento demostrado durante los "cerca de cuatro meses y medio" de la vista oral.

"Aquí hay para todos los gustos de indefensiones y para todas las partes", se ha quejado, al recriminar que se polemice en exceso con que un experto y otro no vean lo mismo en sus análisis y al reprochar la aparición de "informes contradictorios en el último momento" sin que se sepa a cuento de qué.

Su mensaje ha ido dirigido también al letrado de las víctimas.

"Voy a tener que pedir un perito de los peritos" y "no sé a cuento de qué viene esto" han sido dos de las frases más duras de la jueza, y el motivo de fondo era que un profesional entendía que una de las víctimas sufre de trastorno depresivo mayor, mientras que otra, que también lo ha tratado, no lo considera así.

"Misma sintomatología, uno entiende sí y otra no", ha zanjado Fernández Currás. 

Son dos los acusados en este caso, el maquinista Francisco José Garzón Amo y el director de seguridad en la circulación de Adif en el momento de la puesta en funcionamiento de la línea entre Ourense y Santiago, Andrés Cortabitarte. 

Se les imputan, a uno y a otro, ocho decenas de fallecimientos por imprudencia grave profesional, 145 de lesiones por el mismo motivo, y un delito de daños.

El Ministerio Fiscal solicita para cada uno cuatro años de prisión y demanda la inhabilitación del maquinista para su oficio durante el tiempo de la condena y la del cargo de Adif para cualquier profesión que implique gestión, seguridad o responsabilidad en este tipo de infraestructuras.

La reclamación total de daños y perjuicios en materia de responsabilidad civil asciende a 57.686.635,93 euros.

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