El kayak es seguro, el mar no

Dos desaparecidos, un fallecido y seis rescatados este mes a bordo de kayaks en Galicia. Este trágico balance pone el foco en un deporte náutico cuya afición se multiplica en playas y embalses y que es seguro... siempre que se cumplan las normas básicas
Clase de kayak. ARCHIVO
photo_camera Las actividades guiadas con monitores profesionales son las mejores para iniciarse en los kayak. ADP.

LA POPULARIZACIÓN de las empresas de alquiler de kayaks, tablas de paddle surf y otros artefactos flotantes tanto en las zonas turísticas de la costa como en los embalses del interior de Galicia ha multiplicado en apenas unos años el número de palistas que salen al mar o al río. Y, como era esperable, las incidencias se incrementan en la misma proporción.

Pero la concentración de sucesos con kayaks como protagonistas en apenas dos semanas en un reducido radio de la costa gallega ha puesto el foco concreto en estas embarcaciones de recreo.

En una de ellas navegaban el 6 de julio Miguel y Xabier por la ría de Muros e Noia y, tras volcar, todavía no aparecieron, aunque otra joven que los acompañaba sí tiene la suerte de poder contarlo. Apenas unas millas náuticas al norte, en Carnota, un vecino de Lira de 45 años fallecía este fin de semana tras salir a remar. Mientras que solo unas horas antes otros seis jóvenes eran rescatados totalmente desorientados por la niebla en la boca de la ría de Arousa.

La primera y más rotunda conclusión de todo ello es contundente: los kayak son seguros y, de hecho, la mayoría de modelos dedicados al ocio son insumergibles y hasta difíciles de volcar con unas nociones básicas. Pero el mar no.

"EL MAR NO CAMBIA". El mar es impredecible y puede tornarse un peligro para cualquier navegante, incluso el más experimentado. Lo sabe bien el jefe del Centro de Control de Tráfico y Salvamento Marítimo de Fisterra, Manuel Capeáns Álvarez, que atribuye el aumento de sustos y accidentes con kayaks a su "popularización" en los últimos años. "Tienen precios más asequibles que antes", lo que anima a muchos a comprar uno y lanzarse a la aventura "sin atender las precauciones elementales".

Manuel Capeáns, del Centro de Salvamento de Fisterra, en Porto do Son. EFE.Pero en todo este tiempo, "lo que no cambió fue el mar y sus dificultades", advierte.

Para Capeáns, hay una serie de normas básicas para surcar las aguas que tendrían que ser innegociables. La primera premisa de autoprotección pasa por llevar el chaleco salvavidas. Siempre. En el caso reciente de Porto do Son, por ejemplo, no era así.

En segundo lugar, hay que ser "muy precavido" con las condiciones meteorológicas. Y es que el viento, por ejemplo, no supone ningún problema para un experimentado kayakista que use un modelo de travesía mucho más hidro y aerodinámico. Pero manejar un kayak ancho y corto, los más habituales para el alquiler por ser más estables, puede convertirse en una auténtica odisea con viento. "No hay que salir nunca con viento fuerte", advierte Capeáns. "Ni con viento de tierra", ya que aleja a un navegante de la costa. En las Rías Baixas el viento de tierra es el nordeste, mientras que en A Mariña es el sur-suroeste.

La tercera sugerencia esencial, explica Capeáns, es que si surge una dificultad el kayakista lo comunique "de manera inmediata y eficaz". En este sentido, aconseja llevar el móvil para "llamar a un teléfono de emergencias". Desde el Centro de Salvamento de Fisterra recomiendan también "no alejarse más de seis millas de la costa" y procurar no hacerse a la mar al atardecer ni de noche.

"SE VENDE A CUALQUIERA". Y comparte estas premisas el presidente de la Federación Galega de Piragüismo, Alfredo Bea, que insiste en que estas embarcaciones no debe usarlas ninguna persona que no haya aprendido las nociones básicas del deporte en un club o con un profesional.

"En las entidades deportivas lo primero que se enseña son las medidas de seguridad. Lo primero que se aprende es a dar la vuelta a la embarcación y cómo actuar en caso de que se ponga mal tiempo", explica Alfredo Bea.

En la temporada estival muchos de sus clubes, en torno a 60 en toda Galicia, ofrecen cursillos de un día para el aprendizaje del kayak, con los que todo el que quiera puede obtener recomendaciones sobre técnica, seguridad y también salvamento, antes de embarcarse sin conocer el medio.

Además, subraya que antes de salir al agua es fundamental consultar las previsiones meteorológicas, pues hay varias aplicaciones para el móvil, que consultan los entrenadores, para conocer la velocidad del viento. Si el tiempo cambia en plena navegación, el kayakista debe "coger el viento de espaldas" y dirigirse de inmediato al punto de tierra más cercano, aunque no sea el destino.

Asimismo, recuerda que es obligatorio para todas las edades y "en todas las modalidades", para manejar un kayak, una canoa o una piragua, llevar puesto en todo momento el chaleco salvavidas. No navegar nunca solo es otra de las recomendaciones esenciales. El gran problema, añade, puede achacarse también a la falta de requisitos para adquirir o alquilar un kayak: "Cualquier tienda te vende embarcaciones a remo, lo que facilita que lo compre cualquiera sin el mínimo conocimiento". Y ahí reside el riesgo real.

Cinco consejos básicos en kayak

1. Chaleco Siempre puesto y, para niños, adaptados a ellos. También se puede llevar una cuerda atada a la línea de vida del kayak. Y atar el remo.

2. Móvil Uno o dos teléfonos son básicos a bordo, a ser posible en bolsas estancas. Otros elementos de aviso son silbatos, linternas o banderas.

3. Tiempo Consultar antes de salir el tiempo y la marea (por las corrientes) y diseñar la ruta en base a ambas.

4. Compañía A ser posible no salir nunca solo y, si se hace, avisar de la ruta prevista.

5. Distancia El riesgo en un kayak se minimiza sin no se aleja de la costa. Si vuelca se llega a ella a bordo o a nado.

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