La armadora quiso hundir el Prestige para evitar una inspección

El exdirector técnico de la flota de Universe Maritime, armadora del Prestige, George N. Alevizos, ha asegurado hoy que una de las primeras opciones que se barajó por parte de los propietarios del petrolero tras el accidente que sufrió en noviembre de 2002 frente a las costas gallegas fue "hundirlo" para evitar inspecciones que pusieran de manifiesto el mal estado de su estructura.

Alevizos ha continuado hoy por videoconferencia desde Atenas su declaración como testigo ante el tribunal de la Audiencia Provincial de A Coruña que juzga los daños por la catástrofe medioambiental causada por el accidente del
Prestige, la mayor de la historia de España.

Al igual que hiciera el pasado 30 de mayo, Alevizos ha insistido en el mal estado que presentaba el "Prestige" antes del accidente y ha puesto en duda que estuviese en condiciones de navegar.

"Solo estaría seguro si alguien pudiese garantizar que el mar iba a estar en calma chicha, como una balsa de aceite, lo que en el Atlántico norte es poco probable", ha señalado.

Ha agregado que la armadora sospechaba del mal estado del barco y por eso pensó primero en hundirlo y luego en entregarlo a una empresa de salvamento para que lo alejase lo más posible de la costa.

En ambos casos, ha asegurado ante el tribunal, el objetivo era evitar inspecciones que sacasen a la luz las "enormes deficiencias" que presentaba el barco.

"Ninguna persona en su sano juicio cogería una bomba de relojería y la metería en su casa", ha declarado Alevizos al ser preguntando por la actuación en la crisis de las autoridades españolas.

Ha defendido el proceder de España y ha asegurado que su actuación "salvó vidas", en alusión a la rápida evacuación de la mayor parte de la tripulación el 13 de noviembre de 2002.

Durante su declaración el pasado 30 de mayo, el exdirector técnico de la flota de Universe Maritime aseguró desconocer el rumbo y la carga con la que partió el buque y reconoció que los planes iniciales de la compañía eran que el petrolero "terminase sus días" en San Petersburgo (Rusia).

Alevizos aludió a un informe de inspección de ABS en el que se señalaban 31 deficiencias del buque, al tiempo que puso en duda la inspección técnica del buque realizada en China.

"Fue incompleta o fallida", aseguró en su declaración ante el tribunal de la Audiencia Provincial de A Coruña que juzga los daños por la catástrofe medioambiental.

Además, admitió haber sido "amenazado más de una vez" por acudir a los tribunales españoles para prestar declaración en esta causa.

Esta mañana ha vuelto a cargar contra la clasificadora ABS, a la que ha responsabilizado en mayor medida del accidente por permitir que el Prestige siguiera navegando.

"El barco estaba entregado a la herrumbre", ha apostillado Alevizos, quien ha denunciado que la mayor deficiencia del buque eran "los problemas de soldadura debido a la corrosión".

El juicio por la catástrofe medioambiental del Prestige arrancó el pasado mes de noviembre y en él están acusados el capitán del barco, el griego Apostolos Mangouras, de 77 años, para el que se piden 12 años de prisión por atentado contra el medio ambiente, daños y desobediencia.

Los mismos delitos se les imputan a otros dos miembros de la tripulación, Ireneo Maloto, primer oficial, de nacionalidad filipina y que actualmente se encuentra en paradero desconocido, y Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas.

En el banquillo de los acusados también se sienta José Luis López-Sors, exdirector general de la Marina Mercante cuando Francisco Álvarez-Cascos dirigía el Ministerio de Fomento, que está acusado de imprudencia grave por el rumbo errático que siguió la nave durante seis días y que extendió el vertido de fuel desde Galicia hasta las costas francesas.

El Ministerio Fiscal reclama por la "marea negra" indemnizaciones por los daños causados que suman 4.328 millones de euros.

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