La cosecha de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Pataca de Galicia, que incluye territorios de las provincias de Lugo, Ourense y A Coruña, ascenderá en esta campaña a unos cinco millones de kilos de tubérculos, según la declaración de simiente y los cálculos realizados por los técnicos del consejo regulador.
Según informó a EFE el propio consejo regulador, el estado sanitario de los tubérculos "es bueno", por lo que se espera una cosecha de "calidad", aunque no demasiado abundante, más o menos similar a la del pasado año, como consecuencia de la sequía, que acortó el ciclo vegetativo de las plantas e hizo que las patatas madurasen antes en las zonas de secano.
El 90% de la producción de la IGP se concentrará en la provincia de Ourense, fundamentalmente en la zona de A Limia, mientras que el 10% restante se repartirá entre las subzonas controladas de Terra Chá-A Mariña (Lugo), Lemos (Lugo) y Bergantiños (A Coruña).
En la actualidad están inscritos en el registro oficial del consejo regulador 95 productores, pero en esta campaña sólo 67 mantienen actividad. En total, han sembrado unas 250 hectáreas de patatas, cuya recolección comenzará, salvo en zonas muy concretas, a principios de septiembre o incluso a finales de agosto.
De las zonas costeras, A Mariña y Bergantiños, donde el clima favorece una plantación escalonada del cultivo de tubérculos, ya han salido de la tierra las primeras patatas amparadas por la IGP de la temporada, pero la cantidad es prácticamente insignificante con respecto al volumen total que controla el consejo.
Con respecto a los envasadores, sólo hay diez autorizados en toda Galicia para etiquetar con la marca Pataca de Galicia. Tres están en Terra Chá-A Mariña, dos en la comarca de Bergantiños y los cinco restantes en la provincia de Ourense, fundamentalmente en la zona de A Limia.
