La fábrica de armas culpa a Negreira y a Teijido de alentar una "persecución" contra la empresa

Hércules de Armamento ha suspendido "de manera cautelar" la producción porque ha perdido el servicio de vigilancia, aunque el presidente asegura que estarán "al 80% de ocupación" en dos meses
El presidente de Hércules de Armamento, Ramón Mejuto, en una comparecencia de prensa este lunes, arropado por los trabajadores de la fábrica
photo_camera El presidente de Hércules de Armamento, Ramón Mejuto, en una comparecencia de prensa este lunes, arropado por los trabajadores de la fábrica

El presidente de Hércules de Armamento, Ramón Mejuto, ha asegurado este lunes que su empresa, que gestiona la Fábrica de Armas, sufre una "persecución" y ha culpado al exalcalde Carlos Negreira y el expresidente del comité de empresa Roberto Teijido de la situación actual.

La factoría Santa Bárbara salió a concurso público hace algo más de un año debido a que la multinacional General Dynamics cesó en su actividad y fue Hércules de Armamento la que se impuso en el proceso con la única competencia del grupo IFFE, que contaba con el apoyo del antiguo comité de empresa y del Gobierno local, entonces del PP.

Ahora la factoría acaba de suspender de manera "cautelar" la producción de armas porque ha perdido el servicio de vigilancia y, según Mejuto, todo llega de un "ataque sistemático y continuo", aunque eso no le impedirá estar "al ochenta por ciento de ocupación" dentro de "dos meses".

Ha asegurado que existe una "persecución" contra su empresa con el objetivo de que no salga el proyecto adelante y ha culpado a Negreira y a Teijido de la situación actual: "A los hechos me remito", ha agregado.

Le gustaría hacer un "careo" con ambos para aclarar todo lo sucedido y demostrar que el planteamiento de Hércules de Armamento es el que busca el mejor futuro industrial para el área.

Mejuto ha dicho que la suspensión de fabricar armas, que representa un veinte por ciento de la capacidad, es "temporal" y se debe a la falta de vigilantes tras un problema monetario con la empresa que gestionaba este servicio, que esta empresa cifra en medio millón de euros, aunque espera arreglarlo pronto.

"Estamos trabajando, a pesar de que algún medio decía lo contrario", ha apuntado y ha añadido que continúa el compromiso de invertir 4,8 millones de euros en cuatro años con un futuro que pasa "por la diversificación", como defiende desde 2010.

La fabricación de prótesis y de elementos vinculados a los sectores energético e informático son inminentes y darán "trabajo a 45 personas por turno". "Vamos sacar este proyecto adelante, no estamos fabricando armas, pero estamos trabajando en otros sectores", ha subrayado sobre una situación en la que afirma que "hay veintidós contratos" en ejecución en la actualidad.

Trabajan 49 personas a jornada completa y en total son 155 los empleados, aunque el resto a "media jornada" o "menos", todos este lunes detrás de Mejuto durante la rueda de prensa, para mostrar su apoyo.

La parte negativa es la pérdida de inversores, pues cuatro ya han abandonado la iniciativa debido a la "persecución despiadada desde hace año y medio" que sufre Hércules de Armamento por parte del antiguo comité: "No recuerdo persecución semejante ni en el franquismo", ha continuado. Negocia el presidente de la empresa con otros dos inversores e incluso arriesga su "patrimonio para que el tejido industrial no se pierda", por lo que lo único que pide es que lo dejen "trabajar" porque "el tiempo quitará la razón" al antiguo comité.

Durante su intervención ha destacado que quiere "crear un vivero de muchachos que se formen" y para eso busca a nuevos trabajadores en diferentes centros de formación profesional de la zona.

En el suelo de la factoría han aparecido una serie de documentos, que Mejuto dice que no son suyos, en los que se culpa a Negreira y Teijido de querer engañar a los trabajadores y de tener interés para que el proyecto no se desarrolle con éxito.

Sobre su imputación por un presunto delito de estafa, tras la denuncia de su exsocio Juan José Gómez Rey, dice estar "tranquilo" y espera "que los tribunales hablen".

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