Familiares de Sonia Iglesias, la vecina de Pontevedra desaparecida el 18 de agosto de 2010, han declarado hoy en el juzgado de instrucción número tres de la ciudad que se alarmaron al ver a la pareja de esta mujer cada vez mejor de ánimo.
Mari Carmen, su hermana, ha contado a los informadores a la salida que tanto ella como su madre se han reafirmado en la versión que en su momento contaron en comisaría y ha indicado que las preguntas que se les formularon hoy fueron "más o menos las mismas que entonces".
Ha relatado que durante aquella jornada a medida que pasaba el tiempo "nosotros nos poníamos más nerviosos y su pareja", Julio Araújo, de la que Sonia había previsto separarse, estaba "más tranquilo".
"Algo raro pasaba", ha rememorado Mari Carmen Iglesias, y ha insistido en que ante el juez han reconstruido el día, "con las horas de las llamadas y demás".
La madre de Sonia Iglesias únicamente ha acertado a comentar a los medios de comunicación que se siente "impotente".
La desaparecida trabajaba en una tienda de ropa y tiene un hijo, del que es padre Julio Araújo.
La familia de Sonia Iglesias notó a su pareja sorprendentemente tranquila el día de su desaparición
