La hermana de la cajera asesinada en O Ceao promete seguir ''luchando'' por ''la verdad''

La hermana de la cajera asesinada en el doble crimen de O Ceao, Isabel López, ha afirmado que la familia de las víctimas seguirá "luchando" para conocer "la verdad" y para que se busque a los culpables de ese macabro suceso, aunque el delito prescriba formalmente a ojos de la Justicia el próximo "30 de abril".

En declaraciones a EFE, Isabel López reconoció que la familia todavía no ha perdido "la esperanza" y espera que las nuevas líneas de investigación que siguen los agentes encargados del caso y el Juzgado de Lugo que se ha hecho cargo de la causa puedan dar sus frutos antes de que el crimen prescriba. "La esperanza es lo último que se pierde y eso es lo que nos da fuerza para seguir, incluso cuando más difícil se nos ponen las cosas. Vamos a seguir luchando hasta que podamos", añadió Isabel López. Reconoció que la "preocupación" en la familia de Elena López es cada vez mayor, porque se acerca la fecha en la que el crimen prescribirá y cada vez aparecen "más piedras en el camino".

El último inconveniente al que ha tenido que enfrentarse la familia ha sido la renuncia del letrado que representaba sus intereses en esta causa, porque "iban a producirse unas declaraciones por videoconferencia y han tenido que ser aplazadas". En todo caso, precisó que ese problema ya está casi resuelto, porque la familia ya tiene "otro abogado", el letrado lucense Gerardo Pardo de Vera, que "está revisando todo lo que hay" para hacerse cargo de la causa. "Aunque prescriba, nosotros vamos a seguir buscando la verdad", concluyó.

Su hermana, Elena López, que en el momento de su muerte tenía 32 años, y Esteban Carballedo, un joven de 26 años, natural de Pol, que trabajaba como reponedor en el Cash Récord, fueron abatidos a balazos el 30 abril de 1994, después de que cerrase al público la nave de distribución de alimentos ubicada en el polígono de O Ceao.

Aunque la investigación señaló como posibles autores del doble crimen a dos violentos atracadores, que se llevaron un botín de unos cinco millones de pesetas, y de que la policía llegó a barajar el nombre de tres sospechosos, lo cierto es que las pesquisas concluyeron sin resultados positivos.

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