La huelga de basuras en Santiago cumple 10 días sin acuerdo a la vista

La huelga de los recogedores de basura en Santiago cumple ya diez días sin una solución a la vista. Las bolsas se acumulan en las calles en montañas que parecen no tener fin, y el buen tiempo hace que el olor se vuelva insoportable. Además de que el servicio de recogida quedó interrumpido hace ya más de una semana, la subida de las temperaturas intensifica los malos olores. Según las previsiones meteorológicas, los termómetros no darán tregua durante la semana.

Mientras el acuerdo entre la empresa concesionaria del servicio, Urbaser, y los sindicatos parece remoto y las negociaciones siguen estancadas, el Concello de Santiago, que regenta el socialista Xosé Sánchez Bugallo se queja por la cobertura de sólo el 50% de los servicios mínimos en el casco viejo, donde se limpia a diario para minimizar los efectos sobre el turismo. Desde Urbaser niegan que no se estén respectando los turnos comprometidos durante la huelga.

Los trabajadores se pusieron en pie de guerra el 9 de mayo por la noche para exigir más descansos. La última reunión entre las partes se celebró el sábado. La concesionaria advertía de que la falta de personal afecta a los servicios diarios, que los vehículos para recoger el vidrio no se usaron nunca, que los contenedores no se lavan en todo el año y que de los 155 puestos fijos sólo están cubiertos 123, por lo que "se están ahorrando el sueldo de 32 empleados".

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