La oposición cuestiona el ''rodillo'' de Pilar Rojo y el rechazo del PP al franquismo

Los portavoces de la oposición en el Parlamento de Galicia han cuestionado hoy la calidad democrática del funcionamiento de la Cámara y el rechazo del grupo mayoritario al franquismo.

Tras la reunión de la junta de portavoces para elaborar el orden del día del próximo pleno, los cuatro representantes de los grupos, los tres de la oposición y el del partido mayoritario, se refirieron en su comparecencia ante los informadores a estos dos asuntos.

La referencia al franquismo provino del rechazo del PPdeG en una comisión que se celebraba al mismo tiempo que la junta a una propuesta de demanda de dimisión del alcalde de Baralla (PPdeG), Manuel González Capón, por justificar la represión del franquismo y decir que sus víctimas "se lo merecían".

El portavoz del PPdeG, Pedro Puy, leyó en su comparecencia el texto que, a modo de enmienda, presentó su grupo, en el que proponía "reprobar cualquier manifestación realizada por cargos públicos en las que se justifiquen los crímenes y asesinatos producidos durante el franquismo".

Puy agregó que el PP es un partido democrático, nació con la democracia y por supuesto no tiene nada que ver ni se considera heredero ni legitima ninguna de las cuestiones acciones, crímenes o circunstancias que acompañaron al régimen político anterior.

Por su parte, el portavoz socialista Abel Losada calificó de "nazi" el pronunciamiento del alcalde de Baralla y consideró que no es suficiente con condenar su actitud, sino que el PP debería "echarlo" y, aunque señaló que el PP es un partido democrático, agregó que "la extrema derecha fascista española está ahí".

Losada dijo que la actitud del PP sería "impensable" en cualquier país democrático y expresó su "perplejidad" por la "condescendencia que practican", por lo que concluyó que "el PP tiene un problema psicoanalítico con el franquismo".

También sobre este asunto se pronunció ampliamente el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, quien consideró que la postura del grupo mayoritario es "apología del régimen franquista" y resaltó que el PP "boicotea desde hace años una declaración del levantamiento fascista del 36 como genocidio".

Resaltó que este caso no es una "anécdota", sino una "constante" en un partido que consideró que "genéticamente nació de la base del propio fascismo" y, cuando no había más remedio, "se apuntaron a la democracia".

Finalmente, el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, afirmó que "vivimos tiempos de fascistización bajo otras formas más modernas" y criticó los cada vez más frecuentes casos de militantes del PP que amparan y justifican el régimen anterior y se convierten en "apologetas del terrorismo de Estado".

Señaló que en España no hay un partido de extrema derecha, pero agregó que ello es así porque "está subsumido en el PP", que "no hace nada para extirparlo y le da amparo".

Los portavoces de la oposición criticaron también las dificultades con que se encuentran en el desarrollo de su labor parlamentaria por el "rodillo" de la mayoría absoluta y la actitud de la presidenta, Pilar Rojo, en la ordenación de los debates, para a continuación acusarla de tener dos varas de medir.

Pedro Puy respondió a estas acusaciones con las cifras de iniciativas en el próximo pleno, en el que la mayoría promueve seis asuntos, dos peticiones del Ejecutivo de comparecencias de sus conselleiros, y dos del grupo parlamentario, mientras que la oposición introdujo en el orden del día 22 asuntos.

Para el portavoz del PPdeG, las acusaciones de la oposición "no se sostienen" e "intentan enredar, cuando tienen plena capacidad de impulso y control".

Losada criticó las negativa del grupo mayoritario a que el presidente de la Xunta y del partido comparezca para explicar la financiación presuntamente ilegal del PPdeG cuando él ya había accedido a la presidencia o el rechazo a la constitución de una comisión de estudio sobre seguridad viaria.

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, insertó en su crítica al funcionamiento de la Cámara la retirada de la palabra a su compañera Ana Pontón en el último pleno porque, a juicio de la presidenta, no se ceñía a la cuestión.

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