La lucha contra el incremento, año tras año, del gasto farmacéutico, parece una batalla en la que el sistema público es el vencido. Entre comisiones parlamentarias y otros foros del ámbito sanitario se han buscado fórmulas, una y otra vez, que redundan en las mismas soluciones pero que, en su aplicación práctica, no acaban de mostrar una reducción o contención en el gasto en fármacos.
Tanto es así, que en la pasada década los incrementos oscilaban entre el 4% y el casi 7% anual, tanto en Galicia como en España. No obstante, ya en 2009 la comunidad se situó dos puntos por encima en incremento del gasto farmacéutico, cifras que ahora se distancian todavía más del promedio estatal. Los últimos datos del Ministerio de Sanidad en esta materia apuntan a que en marzo de 2010 y respecto a 2009 el incremento fue de un 12,9% en Galicia frente al 7,2% de España. Respecto al gasto acumulado entre enero y marzo, Galicia subió un 7,2% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, frente al 3,6% al alza de media estatal.
En este contexto, tanto la Consellería de Sanidade como facultativos consultados ven en la implantación de la receta electrónica uno de los factores que ha podido incidir en esta subida.
Desde la Consellería de Sanidade, justifican esta situación alegando que la implementación de la receta electrónica hace ''más fácil la facturación'', una agilidad que a su entender pudo haber ocasionado esta subida en el gasto en fármacos. No es, no obstante, la única variable que consideran que se debe tener en cuenta y apuntan también a la ''variabilidad de la población'' entre un año (aumentó en Galicia un 0,03% entre 2009 y 2010 de acuerdo con el padrón municipal) y otro como el ''envejecimiento''.
Por su parte, Manuel Devesa, presidente de la Sociedad Gallega de Médicos Generales y de Familia, vincula igualmente el repunte en el gasto farmacéutico con la receta electrónica. ''Da la impresión de que se hacen recetas no necesarias que pueden ser retiradas de la farmacia'', indica, no sin antes destacar que la implantación de la e-receta sí ha repercutido en positivo en las consultas, donde la frecuentación de pacientes ha caído entre un 20-30%, porque los pacientes crónicos ya pueden ir directamente a la farmacia a recoger sus fármacos, sin paso previo por la consulta.
Así, se vincula la receta electrónica con una moda, según la cual el paciente acude a la farmacia y se lleva todos los medicamentos que tiene disponibles, o incluso para varios meses. Con todo, no es un comportamiento nuevo, pues Extremadura, que implantó antes la e-receta, también experimentó en su momento un alza del gasto farmacéutico del 13%, como ocurre ahora en Galicia.
Más genéricos
La prescripción de medicamentos genéricos es la apuesta de la Consellería de Sanidade para intentar reducir el gasto farmacéutico. Desde el pasado mes de julio, cuando se ha puesto en marcha un programa para incentivar el uso de estos fármacos, el número de recetas con la prescripción de los mismos aumentó en tres puntos, según aseguran desde Sanidade.
Pero no siempre es la solución para reducir costes. En opinión de Manuel Devesa, la implantación de las recetas de genéricos es menor en Galicia que en otras comunidades españolas. No obstante, él aboga por formentar el concepto de ''precios de referencia''. ''Se promocionan genéricos frente a otros productos de marca comercial al mismo precio o a un precio inferior''.
Los precios de referencia permiten, a igual principio activo, optar por el fármaco que tenga un menor coste, independientemente de que sea vendido como marca o como genérico. Para competir en este segmento algunos laboratorios optan por reducir el coste de sus productos cuando hay genéricos. Una vez se lanza al mercado un producto, el laboratorio tiene una década para comercializarlo en exclusiva, a un precio mayor para compensar los costes de investigación.
