La trama que explotaba a las jóvenes rumanas compraba coches de alta gama con las limosnas

El clan rumano asentado en Ferrolterra y que, supuestamente, engañaba a familias en su país de origen para captar a mujeres jóvenes a las que obligaba a mendigar con sus bebés y a servirles como "verdaderas esclavas domésticas", gastaba las limosnas en comprar coches de alta gama, según informaron hoy fuentes policiales.

Diez días después de que la Policía Nacional desmantelase en Ferrol y Narón una red que, presuntamente, explotaba a seis mujeres - cinco menores de 13 a 17 años con cuatro niños de 3 meses a 3 años, y a otra joven de 19, a las que obligaban a mendigar con sus hijos, durante al menos ocho horas al día- se han conocido hoy nuevos detalles de una investigación que arrancó hace ya un año.

Las jóvenes estaban permanentemente vigiladas por la mujeres mayores de la familia que les quitaban el dinero obtenido y se aseguraban de "su total aislamiento".

El operativo, denominado Operación Procura, se desarrolló el martes 1 de abril bajo la tutela del Juzgado de Instrucción número tres de Ferrol.

Entonces la Policía detuvo a 20 personas de seis familias de etnia gitana y procedentes de Rumanía. Ocho de los 20 arrestados pasaron a disposición judicial el viernes y todos quedaron en libertad con cargos. Se les imputan varios delitos por tráfico de seres humanos, pertenencia a organización criminal, explotación de menores y otros contra los deberes familiares.

Las 5 menores liberadas tenían 4 hijos pequeños, todos ellos nacidos en España, que pasaron a un centro de menores de la Xunta. La sexta joven, de 19 años, fue derivada a una casa de acogida.

La trama supuestamente traía a las jóvenes de Rumanía a Galicia bajo engaño y con un acta notarial de cesión de su custodia. Les ofrecían a sus familias una pequeña dote, de 2.000 a 6.000 euros apuntan la Policía, y una boda en España con sus hijos por el rito gitano.

Una vez aquí, explican en un comunicado, las jóvenes pasaban a ser "verdaderas esclavas para sus familias de acogida". Pronto quedaban embarazadas y debían "ocuparse de la casa, los niños y dedicar 8 horas a mendigar en condiciones durísimas".

"Eran amenazadas con que venderían a sus bebés si no obtenían mayores limosnas, que los detenidos usaban en adquirir coches de alta gama", exponen los investigadores.

En la operación, liderada por el grupo de extranjería y menores de la comisaría de Ferrol y Narón, con el apoyo del grupo VIII de la brigada central de Madrid, se registraron seis viviendas en Narón (2) y Ferrol (4) y participaron 50 agentes.

Los funcionarios, que contaron con la colaboración de las autoridades rumanas se incautaron de diversa documentación, cartillas del banco, 4.000 euros en efectivo, cuchillos, móviles de última generación y otros dispositivos electrónicos, además de intervenir 18 autos y bloquear varias cuentas bancarias.

La investigación arrancó en marzo del 2013 a partir de la denuncia de los servicios sociales del hospital que se encontraron a una joven rumana, de 16 años, en avanzado estado de gestación. Los agentes localizaron a las personas con las que convivía la niña y comprobaron que había otras menores "a cargo del mismo clan familiar".

El grupo, exponen los agentes, se estructuraba en varias familias, dirigidas y coordinadas por un único hombre de 64 años de edad "a quien recurrían ante cualquier contratiempo y al que obedecían ciegamente".

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