Las bajas temperaturas salvan la cosecha de castañas tardías

La llegada del frío, después de un mes de octubre inusualmente cálido, ha favorecido el desarrollo vegetativo de la última remesa de la cosecha de castañas de este año, concretamente de las variedades más tardías, que se recogen fundamentalmente en las zonas de montaña de las provincias de Lugo y Ourense.

El presidente de la Indicación Geográfica Protegida Castaña de Galicia, Jesús Quintá, reconoció que las perspectivas han mejorado notablemente en las últimas semanas, porque la primera parte de la cosecha había sido "un auténtico desastre", como consecuencia del calor, que provocó importantes problemas de conservación en el fruto.

Esas variedades tardías, explicó Quintá, pueden acabar salvando la cosecha de este año, porque "ha mejorado mucho la calidad" de las castañas, dado que "antes los frutos estaban como cocidos y con mucho bicho", y "en cuanto a la cantidad, no es tan escasa como se esperaba".

Como consecuencia de las particulares condiciones meteorológicas de este año, han cobrado importancia determinadas zonas productoras, como Verín y Viana do Castelo, en Ourense, y Navia de Suarna y O Courel, en Lugo, explicó Quintá, donde se está recogiendo una mayor cantidad de castañas de buena calidad.

Por otra parte, el presidente del IGP reconoció que los mercados "evolucionaron bastante bien", debido en parte a la "escasez de producto".

En cuanto al precio, el kilo de castañas en origen se paga a más de un euro "en las zonas de buena calidad", pero se queda entre 0,60 y 0,70 euros en los lugares en los que el fruto es más pequeño, como sucede en determinados municipios de la provincia de Lugo.

Por otra parte, el consejo regulador ha organizado para este viernes una actividad promocional en Ourense, en el restaurante Galileo de Pereiro de Aguiar, que consiste en una degustación de platos elaborados con Castaña de Galicia y en un hermanamiento con la cocina japonesa.

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