Las obras que se realicen en el casco histórico pasarán un control arqueológico previo

La concejala de Infraestructuras de Lugo, Paz Abraira, confirmó que a partir de ahora todas las obras a ejecutar en el casco histórico de la ciudad serán sometidas a un "control arqueológico previo", a diferencia de lo que sucedió en la Plaza de Santo Domingo, una actuación por la que el Ayuntamiento tendrá que pagar una multa.

Abraira reconoció que las obras para mejorar la iluminación de la plaza de Santo Domingo, cuya ejecución empezó en el anterior mandato -cuando gobernaba el Partido Socialista en solitario-, carecían de ese control arqueológico previo, por lo que la Dirección Xeral de Patrimonio le abrió un expediente sancionador al Ayuntamiento.

La concejala explicó que, efectivamente, esa actuación tuvo como consecuencia la destrucción parcial de un hipocausto romano, que fue dañado por una pala al abrir una zanja a la altura del número 12 de la Plaza de Santo Domingo, por lo que el Ayuntamiento se enfrenta a una sanción que puede oscilar entre 60.000 y 150.000 euros.

A su juicio, "la Administración tiene que dar ejemplo y no le puede exigir a los particulares que lo hagan en sus obras y después no hacerlo el Ayuntamiento en los proyectos municipales", dijo Paz Abraira, quien considera que "los hallazgos arqueológicos no son un problema, sino una oportunidad".

La edil nacionalista sostiene que esos hallazgos arqueológicos que surgen del subsuelo del casco antiguo de Lugo son los que permiten "conocer nuestra historia y sacar a la luz los valores ocultos que todavía tiene Lugo".

Por eso, "se aprovecharán las obras que se hagan en el casco histórico para ir conociendo poco a poco lo que Lugo esconde en su subsuelo", concluyó.

Comentarios