Los 'llamadores de okupas': el fenómeno se profesionaliza

Existen mafias que buscan viviendas para que las ocupen terceros a cambio de dinero

La okupación de viviendas crece y se profesionaliza en la comunidad. El Colegio de Administradores de Fincas de Galicia lanza la alerta ante el aumento de este fenómeno en verano y explica hasta qué punto se recurre a él para tener un techo bajo el que vivir en caso de necesidad e incluso para obtener un beneficio económico. Y es que existen los denominados llamadores de okupas, mafias que buscan viviendas para que otros las habiten de manera forzosa a cambio de dinero, y los subarrendatarios de los okupas que, conocedores o no de la situación, les pagan una renta e incluso tienen un contrato de alquiler.

Edificio tapiado tras un desalojo de okupas en Santiago. ARCHIVOLos administradores de fincas alertan de otra práctica creciente: los inquilinos morosos que, tras ser desahuciados por el impago de la renta al casero, "vuelven a los pisos y se convierten en okupas".

Fuentes colegiales achacan la proliferación de este fenómeno a "la impunidad existente" y al efecto llamada que ven en el decreto ley que impide desalojar a okupas si los allanamientos no se producen con violencia. "Si las penas fuesen más duras no se okuparían tantas viviendas", sostiene la vicepresidenta de la corporación, Carmela Lavandeira, quien recuerda que para generar viviendas en alquiler "en un mercado que las demanda cada vez más se necesitan medidas que generen confianza en el arrendador". En cambio, la preocupación entre los propietarios con pisos vacíos es "creciente" por el aumento de okupaciones.

¿CÓMO ACTUAR? Si detecta o tiene sospechas de que en alguna vivienda de su edificio o del entorno se han metido desconocidos, los administradores de fincas recomiendan no hacer nada por cuenta propia y mucho menos enfrentarse a los okupas. El consejo es llamar a los propietarios de la casa y a la Policía Nacional para que procedan al desalojo.

Como medidas preventivas, en viviendas y locales vacíos recetan colocar puertas blindadas o de alta seguridad, tapiar zonas "vulnerables" e instalar verjas y alarmas. Si se tarda en volver a casa, recomiendan planificar limpiezas periódicas de ventanas y retirar el correo acumulado. Abogan, además, por instalar dispositivos para programar el encendido de luces a determinadas horas y recuerdan que no se deben dejar persianas bajadas durante mucho tiempo ni colocar carteles que indiquen que la propiedad está vacía.

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