Los seis detenidos por las protestas del cerco abandonan los juzgados de Compostela

Los detenidos por los altercados ocurridos durante la protesta que el sector del cerco gallego celebró el pasado 11 de marzo en Compostela han pasado a disposición judicial minutos antes de las dos de esta tarde, siendo trasladados en furgón policial a la sede judicial, para acabar saliendo el último de ellos a las 15:30, hora y media después sin que se hayan establecido "imputaciones individualizadas", según informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

El TSXG explicó en un breve comunicado que "la causa se sigue, en principio, por desorden público, daños y atentado" y pasará al Juzgado número 3, al frente del cual está Luis Aláez, y que es el que estaba de guardia en el momento de los hechos.
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Veinte personas se han concentrado durante buena parte de la mañana ante los edificios judiciales de Fontiñas, y han manifestado no entender estos seis arrestos ni los motivos por los que a estas personas se les imputan los delitos de desórdenes públicos, atentado a los agentes de la autoridad, lesiones y daños, aunque la Fiscalía tampoco ha solicitado que se apliquen medidas cautelares.

Estos manifestantes improvisados han intentado acercarse a las puertas del edificio, pero los agentes de policía consiguieron mantenerlos en la acera de enfrente, lugar que han abandonado cuando los detenidos finalizaron su declaración.

Las detenciones se practicaron este miércoles en la capital gallega. Entre ellas no figura la de ningún marinero ni están vinculadas con los incidentes del 22 de marzo en Madrid y sí con los hechos acaecidos en la protesta del cerco del 11 de marzo cuando se modificó el trayecto de la misma "unilateralmente", informan fuentes policiales, finalizando la marcha frente a la sede del Parlamento en lugar de en San Caetano, tal y como se había dispuesto inicialmente.

En la Cámara autonómica ese mismo día, señala una nota de la Policía Nacional, se estaba llevando a cabo el pleno, que continuaba cuando a las 14:50 horas un grupo de manifestantes "intentó romper el cordón policial" arrojando botellas y piedras a los funcionarios policiales y llevando a cabo la quema de varios contenedores.

Como consecuencia de estos hechos, resultaron heridos ocho funcionarios de la Unidad de Intervención Policial y se detuvo a tres personas, que pasaron a disposición del juzgado de guardia esa misma tarde, quedando posteriormente en libertad con cargos.

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