Los trabajadores de Urbaser barajan suprimir los servicios mínimos de recogida de basuras

Los impulsores de la huelga de los trabajadores del servicio de recogida de basuras en los municipios de Ponte Caldelas, Soutomaior y Vilaboa se están planteando incumplir los servicios mínimos impuestos.

La tensión creciente con la empresa concesionaria del Servicio, Urbaser, que se niega en redondo a sentarse con los trabajadores y ha expedientado a cuatro de ellos entre el jueves y este viernes, está caldeando el ambiente, según admite Carlos Corredoira, responsable en la comarca del sector de servicios de UGT, el sindicato mayoritario en el comité de empresa.

"Se está planteando, pero no sé si hará realmente". Corredoira explica que los servicios mínimos son tan elevados que la huelga apenas está afectando a la recogida, y ni siquiera la celebración de las fiestas de Ponte Caldelas este fin de semana -y el exceso de basura que se espera que resulte de la misma- les hace pensar que la situación se vuelva molesta.

"Suponemos que aumentará la basura, pero creemos que no se va a notar mucho", manifestó. Los trabajadores han impugnado los servicios mínimos, pero la resolución se espera lenta, como es habitual.

Corredoira añade que la empresa no cede un ápice de su postura y "en vez de acercarse para hablar, expedienta a trabajadores". Los representantes de los huelguistas tienen prevista para el lunes una reunión con la alcaldesa de Sanxenxo, Catalina González.

Este municipio está parcialmente afectado por el paro, porque Urbaser se encarga allí de la limpieza y desinfección de los colectores y de la recogida selectiva de envases, papel y vidrio. Los huelguistas reclaman un nuevo convenio colectivo que reduzca el desfase del 30 por ciento en el salario entre sus nóminas y la de otros trabajadores de la misma empresa en otros municipios.

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