Lugo se despide de un multitudinario Arde Lucus

Lugo se despertó esta mañana con resaca, después de una larga noche de fiesta en la que miles de personas se echaron a la calle y abarrotaron hasta altas horas de la madrugada las principales plazas del casco histórico, para celebrar por todo lo alto el décimo aniversario del Arde Lucus.

Dado que el lema de esta edición era el hermanamiento entre las culturas castreña y romana, cuando se puso el sol, después de la batalla que enfrentó a ambos pueblos, tanto los nativos como los representantes del imperio se esforzaron para limar asperezas en los locales de hostelería del centro de la ciudad.

Los establecimientos tenían permiso para prolongar el horario de cierre habitual una hora más, pero a las cuatro de la madrugada los bares del casco histórico continuaban abarrotados de gente, como si fuesen locales nocturnos, y el tránsito por la Rúa Nova -conocida como la "calle de los vinos"- era prácticamente imposible.

Hasta los puestos de comida instalados en las plazas de Anxo Fernández Gómez y Soidade seguían trabajando pasadas las tres y media de la madrugada.

La ocupación hotelera alcanzó el cien por cien en la ciudad y los beneficios que dejará esta fiesta ya se calculan en millones de euros, pero el Arde Lucus llega hoy a su fin y, según el programa previsto por el Concello de Lugo y las asociaciones que colaboran con la organización, se despedirá por todo lo alto.

A mediodía, los grandes protagonistas fueron los más pequeños, dado que desfilaron por la ciudad, caracterizados al estilo romano, centenares de alumnos de los colegios Albeiros, Anexa, Casás, Cervantes, Divino Maestro, Divina Pastora, Inmaculada, Milagrosa, Luis Pimentel, Manuel Mallo Mallo, Menéndez Pelayo, María Auxiliadora, Paradai y Sagrado Corazón.

La tarde también se presentó repleta de actividades en la calle, con la narración de leyendas sobre emperadores y dioses, luchas de gladiadores, teatro y la celebración de bodas por el rito romano.

LLENO CAMPAMENTOS Y CIRCO
El lleno absoluto se reflejó también en la Praza Maior, donde está instalado el campamento de la 'Cohors III Lucensium' y el mercado -Macellum-, con casi medio centenar de puestos.

El Circo Romano, en la explanada del Pabellón Municipal de los Deportes, cosechó durante todo el fin de semana un rotundo éxito, dado que las entradas para asistir a los espectáculos se agotaron a las pocas horas de que el Concello las pusiese a la venta.

Al final de la jornada, para escenificar el hermanamiento entre romanos y castreños, las tropas de ambos pueblos desfilarán por el casco histórico y se procederá a la colocación, en la Porta de Bispo Aguirre de la Muralla, de la escultura titulada "A fragua da Irmandade", que simboliza la unión de ambas culturas.

La escultura fue elaborada en los dos últimos días por los artesanos que trabajan en hierro en el llamado 'Campamento de Forxadores', instalado desde el viernes en la Praza da Constitución, muy cerca de la Porta de Campo Castelo.

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