La ola de violencia que azota México desde hace décadas ha vuelto a dejar una noticia trágica en Galicia y, más concretamente, en el municipio ourensano de Avión, consternado por la muerte violenta de un niño de solo 12 años, nieto de Marisol y Gustavo, un matrimonio de emigrantes retornados del país azteca. El crimen, que en principio se investiga como un asalto, se produjo en la localidad de Tenancingo, a dos kilómetros de la capital, en la vivienda en la que residía el niño fallecido con su madre, hija de la pareja gallega, que también recibió un disparo en la cabeza y se debate entre la vida y la muerte en un hospital del país norteamericano, informa el diario La Región.
Los abuelos del menor asesinado, que viven en Avión pero tienen vínculos con Pontevedra, abandonaron en las últimas horas la aldea ourensana de Couso, en la que residen, tras enterarse de lo ocurrido, para viajar, previa escala en el aeropuerto de Madrid Barajas, hasta la ciudad de México para después poner rumbo a Tenancingo. Hasta allí también se trasladó el tío de la víctima y hermano de la mujer herida.
Marisol y Gustavo sacaron fuerzas de donde pudieron para emprender el trayecto en tan desgraciadas circunstancias, pues ya habían sido informados de la muerte del menor, que era su único nieto, y de que su hija luchaba por su vida en una unidad de cuidados intensivos. Al parecer, el matrimonio de Avión recibió una llamada de la trabajadora de la limpieza de la casa de su hija, que manifestaba que no podía acceder a la vivienda, ante lo que les pedía que alertasen a las autoridades.
Ni los peores presagios podían vaticinar la escena que se encontró la Policía Federal mexicana cuando accedió al inmueble: el cadáver del pequeño yacía en el suelo en medio de un charco de sangre, igual que su madre, con la diferencia de que esta mostraba pulso y respiraba.
REPATRIACIÓN DEL CUERPO. Los servicios de emergencia trasladaron a la mujer a un hospital y el cuerpo sin vida del menor a un depósito funerario. La Región apunta que Marisol y Gustavo tienen la intención de trasladar consigo los restos del niño a España para darles sepultura en Avión. Al menos eso es lo que asegura María Morgade, vecina y amiga de la familia. "Quéreno incinerar e traer aquí [a Couso]", explicó esta anciana al rotativo ourensano. Y recordó, entre lágrimas, cómo se enteraron de lo sucedido los abuelos del menor asesinado. "Eran as oito e media e contáronlles o que había: que a rapaza respiraba e o neno xa estaba mortiño", relata desconsolada, a la vez que lamenta la muerte de "un neno que estaba comezando a vivir".
SE INVESTIGA COMO ROBO. En un principio se investiga el crimen como un asalto en la vivienda para robar, sin descartar que los criminales buscasen un secuestro, otra de las modalidades delictivas que, por desgracia, se repite más en México. De todas formas, incluso en un país donde la violencia está a la orden del día, sobrecoge que tiroteasen a un niño de 12 años.
