La media de edad de las víctimas de atropello en Galicia alcanza los 81 años

Once de los 72 muertos en accidente de tráfico en Galicia este año eran peatones. Ninguno de ellos llevaba puesto un chaleco reflectante
Bomberos y Guardia Civil, en la zona en la que se produjo un atropello en Cervo en 2021. J.Mª ÁLVEZ
photo_camera Bomberos y Guardia Civil, en la zona en la que se produjo un atropello en Cervo en 2021. J.Mª ÁLVEZ

El atropello mortal de una mujer de 78 años en una carretera en Vimianzo y el de un hombre de 66 en pleno casco urbano de Monforte, que quedó herido de gravedad, reafirmaron este sábado los riesgos que sufren los peatones como usuarios vulnerables de la red viaria. Más aún si, como muestra el primer caso, se trata de personas mayores. Según advirtieron fuentes de la Guardia Civil de A Coruña, la media de edad de las víctimas de este tipo de accidente es de 81 años.

Una población envejecida, dispersa por abundantes núcleos y un complejo entramado viario hacen de Galicia una comunidad con especial propensión al atropello. A ello se unen ahora los efectos del cambio de hora, ya que la reducción del tiempo de luz es más palpable aquí que en otras regiones.

Las cifras así lo manifiestan. Según datos de la Dirección General de Tráfico, de las 72 víctimas mortales que se contabilizan este año en las carreteras gallegas, once, el 15,3%, eran peatones. Y "ninguno de ellos hacía uso de prendas reflectantes", lamentan desde el instituto armado para subrayar que, de utilizarse más este elemento de seguridad preventiva, "evitaríamos muchísimos atropellos".

Pero no solo es una cuestión de autoprotección, sino que además llevar elementos reflectantes es obligatorio, so pena de multa, cuando los viandantes que circulen por la calzada o el arcén de una vía fuera de poblado, entre el ocaso y la salida del sol o en condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad. Gracias a ello, los conductores podrán reconocerlos a un mínimo de 150 metros.

No irrumpen en la vía

A falta de dos meses para cerrar el año –además, noviembre y diciembre son peliagudos por las menores horas de luz y las peores condiciones meteorológicas–, el balance de 2022 va camino de empeorar el del curso pasado, cuando doce de los 78 fallecidos en la red viaria gallega fueron peatones.

Al respecto, la Guardia Civil da la voz de alerta sobre que esta problemática que se ceba en especial con los mayores. En este sentido, explica que "la mayoría" de los fallecidos fueron arrollados "cuando ya estaban llegando al otro lado de la calzada". Es decir, que "no irrumpen de forma repentina" en la carretera, como puede ocurrir en las ciudades, sino que cruzan cuando no viene nadie "pero sus movimientos son lentos y no les da tiempo a llegar al otro lado", el conductor no los ve y no puede reaccionar a tiempo.