Miguel Ángel Ballesteros: "No se van a mandar tropas; nadie quiere una Tercera Guerra"

La invasión de Ucrania por Rusia es un conflicto bélico que está teniendo una fuerte repercusión en el resto de Europa en forma de crisis económica. El director de Seguridad Nacional y general de brigada de Artillería, Miguel Ángel Ballesteros Marín, visitó esta semana Lugo, donde analizó la posición de España en el conflicto y las consecuencias de la guerra en nuestros bolsillos .
Miguel Ángel Ballesteros, durante su charla impartida en la Uned. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Miguel Ángel Ballesteros, durante su charla impartida en la Uned. VICTORIA RODRÍGUEZ

Asegura que el conflicto de Ucrania no dará pie a una Tercera Guerra Mundial y que habrá que apretarse el cinturón con la luz y el gas este invierno porque esta guerra es más que una confrontación bélica, es también una crisis económica y energética. Partidario de que Ucrania no ingrese en la Otan por una posible escalada del conflicto y defensor de que esta guerra cohesionó más a Europa, el general de brigada de Artillería y director del Departamento de Seguridad Nacional, Miguel Ángel Ballesteros Marín, dio el pasado jueves, en la sede de la Uned en Lugo, las claves de la confrontación en una charla que abrió un ciclo sobre política exterior. 

¿Qué repercusiones tuvo en España el estallido de la guerra?
España es un país miembro de la Otan y de la UE y toda Europa está gravemente afectada por esta guerra. Eso lo estamos viviendo con una crisis energética como no se veía desde 1974 y un deterioro del mercado motivado por una alta inflación y la pérdida del poder adquisitivo para el ciudadano. Esta es una guerra híbrida. Es decir, no es puramente militar, en la que uno de los bandos, Rusia, utiliza métodos convencionales bélicos pero también otros métodos que afectan a la economía y al mercado energético además de promover la desinformación y los ataques cibernéticos. 

¿Cuál es el papel que juega nuestro país ante este conflicto bélico dentro de la política de defensa que se sigue en la UE?
España es la cuarta potencia económica de la UE y es una aliada leal en la Otan. La principal fortaleza de Europa es la cohesión para tratar así de debilitar a Putin. Está claro que no se puede hacer frente a Rusia de manera aislada. 

España donó armas y ahora está adiestrando a militares ucranianos. ¿Cree que existe la posibilidad también de que se lleguen a enviar tropas españolas a ese país?
No se van a mandar tropas. Nadie quiere desencadenar una Tercera Guerra en Europa. Putin está escalando el conflicto pero los Aliados no quieren que el conflicto escale. ¡Otra cosa es que acabe atacando a todo el mundo!

¿Cómo valora usted las roturas de los gasoductos del Ártico? ¿Son una provocación de Rusia?
Puede ser, pero hay que demostrarlo. Hay una investigación en marcha por parte de los países afectados. Lo que está claro es que alguien destruyó los gasoductos y el beneficiario del corte del gas es Rusia.

Los países europeos temen un invierno duro con fuertes restricciones de luz y gas. ¿Cree usted que va a ser tan fiero como lo pintan?
La guerra de Ucrania es también una guerra de desgaste contra el ciudadano. Hay que ahorrar energía. España no tiene que tener problemas más allá que el precio del gas. Tenemos siete plantas de regasificación y está garantizado el suministro. Pero, para que las reservas aguanten, hay que ahorrar. La UE plantea un 15 por ciento y a nosotros, un 7. Tenemos que acostumbrarnos a pensar que alguien quiere generarnos un problema enorme. Debemos estar cohesionados todos los europeos y españoles, saber que estamos sometidos a un chantaje y dejar de mirarnos el ombligo. Rusia es el enemigo en este momento. Hay que saber en qué bando está cada uno. Aquí hay un invasor y un invadido y alguien que aprieta a toda Europa.

Parece que, ahora mismo, Ucrania está ganando la guerra. ¿Cómo le iría a este país sin el apoyo armamentístico de Occidente?
Sin el armamento que recibe de fuera y el apoyo militar de los aliados, le sería muy difícil a Ucrania recuperar el territorio. Pero Ucrania nos está defendiendo a todos. Uno de los grandes errores de Putin fue no evaluar la respuesta de Ucrania.Para Putin, la desaparición de la URSS fue la mayor catástrofe del siglo XX y ahora pretende reconstruir ese imperio pasando por encima de los acuerdos internacionales de Budapest firmados con Ucrania, en los que se comprometió a respetar el territorio ucraniano. Cuando Estonia, Letonia y Lituania se incorporaron a la Otan fue porque se sintieron amenazados por Rusia. Y a la vista está lo que le pasó a Georgia, que perdió Osetia, o a Ucrania, en 2014, que perdió Crimea y luego el Donbass.

¿Ucrania debería estar, a estas alturas, en la Otan o no?
No. Si estuviese Ucrania en la Otan, estaríamos todos ahora mismo en guerra.

"Putin podría llegar a usar una bomba atómica táctica, pequeña, pero no es un loco"
¿Este podría ser el preámbulo de otra nueva guerra mundial?
El clima se asemeja al de antes de la Segunda Guerra Mundial, pero no hay que ser alarmista. Europa y la Otan están cohesionadas y de esto, sacaremos un sistema energético mejor que el que teníamos, en manos de un chantajista. Hay que estar unidos porque nos enfrentamos a un país que nos metió la guerra en Europa. Pero Putin aprenderá una lección: que no puede hacer lo que le dé la gana.

¿Ve peligro de que un día pulse el botón del armamento nuclear?
Puede llegar a usar una bomba atómica táctica en un fenómeno que llamamos escalar para desescalar, para convencer a Zelenski de que tiene que rendirse. Pero sería una bomba pequeña. Putin no es un loco, aunque arriesga mucho.

¿Estados Unidos sigue arbitrando el mundo desde la sombra?
Tras la Guerra Fría, se sintió en la obligación de contribuir a la pacificación de Bosnia y en Afganistán tuvo que intervenir tras el 11-S. Pero esto le costó miles de muertos y nada que ganar. Engordó su déficit y le causó un cansancio estratégico. Ahora opta por la seguridad cooperativa. Estados Unidos no quiere estar en guerras pero si te meten, tienes pocas alternativas. Se miró hacia otro lado en Crimea, Osetia, en el Donbass... y este es el resultado: un Putin que quiere hacer lo que quiera.

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