El Gobierno central y la Xunta de Galicia lanzaron este jueves un mensaje de tranquilidad a los padres en particular y a la comunidad educativa en general: el curso va a empezar en septiembre. "Que no tengan dudas".
No fue una reflexión o una estrategia conjunta sino más bien una coincidencia. La ministra Isabel Celaá aseguró por la mañana en la Ser que las escuelas deben estar abiertas en septiembre. "Es un objetivo irrenunciable", indicó. Y solo unas horas después, Alberto Núñez Feijóo apuntalaba al final del Consello esa misma idea. "El curso tiene que empezar", dijo. Para facilitar "la conciliación" y garantizar también "el derecho constitucional a la enseñanza".
Teniendo clara esa premisa, la Administración contempla varios escenarios en base a la evolución de la pandemia y se prepara para ellos. Por un lado, en caso de que se complique el coronavirus, el ministerio priorizaría la presencialidad en las aulas de los alumnos de primaria e infantil. "La escuela es insustituible y los resultados [de tener clase presencial] son insustituibles", dijo Celaá.
De hecho, de ser necesario se habilitarían incluso aulas fuera de los colegios e institutos. "Siempre que se pueda, habrá que abrir aulas fuera del centro", en espacios de otras instituciones, afirmó.
"Estamos coordinando y poniendo recursos" para que las comunidades autónomas puedan poner en marcha el curso, que deberá ajustarse a circunstancias excepcionales, razonó Celaá, que no obstante recordó que todas las normas son "coyunturales" porque no se puede conocer "hasta dónde puede llegar la pandemia". El Gobierno central trabaja "con la gran esperanza de poder encontrar una vacuna o tratamiento antes de que termine el curso".
FEIJÓO: "UN ESFUERZO". Consciente de las dificultades que impone la situación sanitaria y tras las últimas manifestaciones del profesorado contra el protocolo de la Xunta para arrancar el curso, Alberto Núñez Feijóo invitó este jueves a la reflexión. Pidió "un esfuerzo" a todos los colectivos que intervendrán en el funcionamiento del curso, y apeló también a darse un "baño de realismo" ante la situación de crisis sanitaria. "El curso tiene que empezar", insistió.
"Vamos a seguir trabajando. Lo que está claro es que estamos en una pandemia y tenemos un protocolo, que está supervisado, para las guarderías, centros de día, y hecho con características similares para centros docentes", recordó el mandatario gallego, "sorprendido" de que algunos colectivos como las Anpas de Pontevedra se desmarquen y amenacen con no prestar el servicio de comedor, cuando los mismos colectivos en otros sitios de Galicia no se quejaron al respeto.
Feijóo comprometió que por el esfuerzo de la Xunta "no va a quedar". Sobre las quejas de los concellos por falta de medios para limpiar y desinfectar colegios, el líder del PPdeG recordó que la Xunta también tiene gastos extra con la pandemia.
Y defendió el protocolo gallego. "Es muy minucioso, el más completo, y está supervisado por las autoridades sanitarias", concluyó el presidente gallego.
