La muerte de los dos marineros gallegos en las Seychelles se debió a un escape de gas

Ambos eran oriundos de O Barbanza y los únicos gallegos a bordo del Albacora Cuatro ► Siete de los heridos ya han recibido el alta y un octavo sigue en el hospital con insuficiencia respiratoria
Servicios de emergencias en Puerto Victoria, con las imágenes de Ángel Boo y Francisco Cameán sobreimpresionadas. EP
photo_camera Servicios de emergencias en Puerto Victoria, con las imágenes de Ángel Boo y Francisco Cameán sobreimpresionadas. EP

El paso de las horas ha ido arrojando luz acerca del trágico accidente ocurrido en el Albacora Cuatro en Puerto Victoria, la capital de las Islas Seychelles. La causa de la muerte de los dos marineros que perecieron en el percance no se debió a una explosión, como se dijo en un principio, sino a una fuga de amoniaco que se produjo mientras realizaban tareas de reparación en este atunero congelador perteneciente a la firma viguesa Compañía Europea de Túnidos. Además, aunque el delegado del Gobierno en Galicia apuntaba en la noche del miércoles que uno de los fallecidos era gallego y el otro asturiano, finalmente se constató que ambos son originarios de la comarca de O Barbanza. Se trata de Francisco Cameán Santos, que iba a cumplir 28 años el mes que viene, y Ángel Boo Vidal, de 35 años. Eran los únicos gallegos enrolados en el barco en esta marea.

Según fuentes de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac), patronal a la que pertenece la Compañía Europea de Túnidos, fue la inhalación de amoniaco lo que provocó el fallecimiento de Boo, jefe de máquinas del buque, y Cameán, primer oficial. El primero, natural de Palmeira, vivía en Escarabote y deja mujer y dos hijas. El segundo procedía de la parroquia de Xuño, en Porto do Son, aunque residía junto a su pareja en San Pedro de Muro. El amoniaco se usa habitualmente como refrigerante en los atuneros y últimamente también en los barcos de arrastre para evitar el gas freón, "muy contaminante a efectos de emisión de gases de efecto invernadero", explicó el presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (Arvi), Javier Touza.

Además, el incidente, que tuvo lugar cuando el barco estaba amarrado para someterse a labores de mantenimiento en Puerto Victoria, base de operaciones de los caladeros donde faena habitualmente, se saldó con otros ocho tripulantes heridos. Siete de ellos ya habían sido dados de alta este jueves, mientas que un octavo, de nacionalidad keniana, continuaba hospitalizado con insuficiencia respiratoria, aunque no se teme por su vida.

Por su parte, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) realizará una evaluación previa para saber si le corresponde llevar a cabo indagaciones acerca de lo ocurrido. Para ello, estudiará "si se trata de un accidente marítimo sujeto a investigación de acuerdo con el Código Omi de investigación de siniestros y la directiva 2009/18/CE, o si se trata de un accidente laboral en puerto durante una reparación", informó. De tratarse de este segundo supuesto, "no sería competente".

Al respecto, Touza consideró que, a priori, sí tendrá que indagar en un accidente del que espera que se extraigan lecciones para evitar otros parecidos en el futuro o al menos reducir su gravedad. 

Los armadores españoles extraen cerca del 8% de las capturas mundiales de atún. Se dedican a especies empleadas en las conservas, según Opagac, integrada por empresas con 48 barcos que capturan 380.000 toneladas anuales. España es el primer país productor de latas de atún de la UE y el segundo del mundo tras Tailandia. Los atuneros se ven además amenazados por la piratería y, de hecho, el Albacora Cuatro fue secuestrado en 2000 en Somalia.

Pedro Sánchez traslada su apoyo a las familias

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señaló en la noche del miércoles que sigue "atento" las informaciones sobre el Albacora Cuatro. Además, trasladó "todo nuestro apoyo y cariño" a las familias de los dos marineros fallecidos "y nuestros mejores deseos para las ocho personas que han resultado heridas".

En la rueda de prensa posterior al Consello da Xunta, el presidente gallego, Alfonso Rueda, también lamentó esta nueva pérdida en el mar, tras la tragedia en el Villa de Pitanxo hace ahora cuatro meses, en la que murieron 21 tripulantes.

Por su parte, la patronal Opagac expresó "su solidaridad y apoyo a los familiares y amigos de los fallecidos" y puso "a su disposición y a la de la compañía propietaria del buque todos los recursos que crean necesarios en estos momentos tan duros para tratar de paliar lo más posible el dolor causado por este suceso".

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