No era un secuestro, era una travesura

La Guardia Civil ha atribuido a una "travesura" la desaparición de un menor en el municipio ourensano de Xinzo de Limia, un niño que ya ha sido localizado y se encuentra en perfecto estado de salud.

En un primer momento se pensó, y así se lo comunicaron a Efe fuentes de la Benemérita, que el pequeño, hijo de una empleada del ayuntamiento y de un guardia, podía haber sido raptado e introducido en el maletero de un vehículo en el momento en que había salido a la calle para depositar la basura en un contenedor.

Según fuentes próximas a este caso consultadas por Efe, minutos antes de que el padre tuviese una reunión con una profesora del colegio, el niño, de 11 años de edad, decidió coger las llaves de un segundo piso que tenían sus progenitores con el propósito de esconderse.

Una vez allí, el menor cogió el teléfono y llamó a su padre diciendo que lo habían "secuestrado" y que le habían metido "en el maletero de un coche".

Posteriormente, el padre del niño llamó a sus compañeros de la Guardia Civil, cuerpo que movilizó a más de cien agentes de toda la provincia de Ourense y del norte de Portugal. El Instituto Armado cerró las fronteras y habilitó controles en toda la provincia.

Lo que comenzó como un posible secuestro tuvo sin embargo un final feliz. El padre del menor, al percatarse de que le faltaban las mencionadas llaves, se dirigió a ese otro piso de su propiedad y allí localizó al niño.

Además de la Guardia Civil, el dispositivo movilizó otros medios.

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