"La gente nos busca para vender no porque necesite el dinero, sino para repartirlo entre su familia"

Pontevedrés de origen y músico de profesión, el empresario Aladino Barros Doporto, responsable de Píccolo Rancho S.A., lleva más de 40 años adquiriendo fincas rústicas en toda Galicia. De las 5.000 hectáreas que tiene repartidas por las cuatro provincias, más de la mitad se localizan en territorio lucense, especialmente en A Chaira pero también en otras muchas comarcas.
Aladino Barros Doporto. DP
photo_camera Aladino Barros Doporto. DP

Afirma que su empresa, una filial del grupo inversor Alba, dispone actualmente de parcelas en propiedad en 235 de los 313 municipios de Galicia. Sin embargo, es en la provincia de Lugo donde posee un mayor número de hectáreas, unas 2.500 de las más de 5.000 que tienen repartidas a lo largo de las cuatro provincias. 

Está considerado como el mayor terrateniente de Galicia. ¿Cuándo inició su actividad? 
Empezamos a comprar terreno en el mes de abril de 1981. Las primeras parcelas las compramos en Ortigueira y Curtis. En la provincia de Lugo empezamos en el año 1984 y aquí es en donde disponemos de una mayor superficie de terreno y, además, de la parcela de mayor tamaño de toda Galicia, concretamente, 1.202 hectáreas situadas en la parroquia vilalbesa de Vilapedre. También tenemos superficies importantes en Xermade, Muras, Abadín, O Saviñao, Chantada, Bóveda, O Incio, Mondoñedo o Ribadeo, entre otros municipios. 

¿Cómo acaba un músico como usted realizando este tipo de operaciones? 
Mi vida siempre estuvo ligada a la música como pianista profesional y también fundador de un grupo. Mi relación con el grupo Alba se inició cuando comencé a importar para ellos instrumentos musicales y, a partir de ahí, me propusieron llevar también la compraventa de fincas rústicas. 

Precios
"Establecemos cinco baremos diferentes en función de la calidad, ubicación y dimensión de los terrenos"

¿Cómo es su sistema de trabajo? 
Yo en la actualidad llevo las zonas de Galicia y Asturias y me exigen comprar al año 150 hectáreas de superficie en territorio gallego y 50 en asturiano. Nos encargamos de comprar las fincas y firmar las escrituras y los contratos. Pero solamente compramos suelo rústico, nada en urbano. 

¿Cómo buscan los terrenos? 
Estamos orgullosos de que la gente que quiere vender nos ofrece, nosotros no buscamos fincas en casa de nadie. Tampoco son personas que necesiten el dinero, sino que tienen esos terrenos abandonados y utilizan ese dinero para, por ejemplo, repartirlo entre sus hijos o nietos. 

¿Cómo determinan los precios? 
Tenemos un baremo de cinco precios establecidos en función de la calidad, ubicación y dimensión del terreno, llegándose a pagar un 258% más el metro cuadrado en casos de terrenos de primera calidad y de más de 25 hectáreas. 

Trámites
"Para reunir las 1.202 hectáreas que tenemos en Vilapedre fueron necesarias 12.000 firmas y 4.000 escrituras"

¿Cómo rentabilizan la inversión? 
Las fincas las ponemos nuevamente en el mercado, normalmente alquilándolas tanto a ganaderos como a empresas madereras. Muchas granjas necesitan terreno para su ganado y poder optar así a las ayudas de la PAC. Las parcelas de monte se destinan a plantar eucalipto y, en nuestro caso, las tenemos arrendadas a grandes empresas como Navigator o Norfor, esta última perteneciente al grupo Ence. 

¿Cómo lograron hacer una finca de más de 1.200 hectáreas? 
En el caso concreto de esta parcela de Vilapedre llevó más de 30 años conseguir hacerla. Fueron necesarias unas 12.000 firmas y 4.000 escrituras y por algún enclave que quedaba en medio llegamos a pagar cinco veces más de lo que valía. Después en 1992 empezó la concentración parcelaria en la parroquia, que llevó 20 años hacerla, pero nosotros ya la teníamos hecha. 

¿Les afectó la pandemia? 
La pandemia afectó a nivel de tramitación. Los procesos van más lentos y solamente para ir a notaría tenemos en estos momentos a unas 200 personas esperando.

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