La noche del viernes al sábado en Galicia ha sido "tranquila" en cuanto al cumplimiento de las medidas sanitarias en el segundo fin de semana con ocio nocturno, según han informado a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno.
En este sentido, desde la Consellería de Sanidad han trasladado su preocupación porque "más de la mitad de los ingresados actualizados en la Uci son igual o menores de 40 años" en una jornada en la que se registran en Galicia un total de 4.168 casos activos de coronavirus. En concreto, son seis los pacientes críticos de 40 o menos años, ya que hay 12 en la Uci.
Por ello, desde la Xunta han reclamado a la ciudadanía "sentidiño”, ya que el virus "sigue muy activo". "Disfrutemos de un verano seguro", han remarcado.
Más en profundidad, el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, ha celebrado este sábado que haya ido "en general bien" la noche gallega con más normas tras la entrada en vigor del precinto nocturno de plazas, parques y jardines y la obligación de una PCR negativa en las 48 horas previas al uso de locales de ocio nocturno en aquellas zonas que están en riesgo medio, en este momento diez en Galicia.
A CORUÑA. "Incidentes aislados" y especialmente "en la ciudad de A Coruña". En esa ciudad, según fuentes policiales consultadas por Efe hubo actuaciones en la plaza del Orzán, donde fue retirado un grupo que iba a hacer botellón; y en Novo Mesoiro, donde hubo un conato abortado a tiempo. Al Orzán tuvieron que ir tres veces.
Los lugares habituales, Plaza de Vigo y Parque de Santa Margarita, estaban precintados. Rueda ha contado que teniendo en cuenta que había nuevas normas, el balance es "positivo", pues, pese a que "lo ideal" sería no intervenir, el resumen es que hubo que hacer varias denuncias y "disolver amagos" o reuniones colectivas para beber ya montadas.
De las fiestas privadas en pisos ha comentado que son más difíciles de controlar, por lo que ha hecho un llamamiento, nuevamente, a la responsabilidad.
EL RESTO DE GALICIA. El primer fin de semana de apertura de ocio nocturno, tras mucho tiempo hibernando, hizo saltar las alarmas y que resultase previsible lo que vendría a continuación.
Baiona, 200 jóvenes la madrugada de aquel domingo en el parque de A Palma y la Muralla de Monte Boi. Una patrulla de la Policía Local y otra de la Guardia Civil para el Val Miñor. El alcalde, Carlos Gómez, contrariado: "Esto es imposible de controlar".
Lugo. El botellón es el causante de que las infecciones se hayan disparado. La alerta es del gerente del área sanitaria, Ramón Ares. Hay hosteleros, como los de la Rúa Nova, que denuncian peleas y violencia en las calles.
El portavoz del gobierno local de la ciudad amurallada, Miguel Fernández, no cree el actual un sistema inviolable: "Un precinto en una entrada no impedirá ni acceder a su interior ni cambiar de ubicación".
Ourense. Música alta el jueves y gritos en As Mercedes, uno de los puntos calientes, como lo es A Estrela. Los agentes venían de trabajar a destajo el pasado fin de semana, cuando dispersaron hasta siete puntos de botellón.
Otras veces se quedan en conatos, como ocurrió hace una semana en el lugar de O Carrizo, en A Zapateira; en la plaza Jorge Guillén, en Fonteculler; y en la calle Templarios, en O Burgo. La Policía Local de Culleredo impidió las concentraciones.
Pontevedra. Recinto Ferial. Desalojo rápido y sin incidencias. La portavoz del ejecutivo municipal, Anabel Gulías, avisa, en términos generales: "más allá de nuestro propio goce durante el verano y las vacaciones, nos jugamos la recuperación económica de muchos sectores".
Regidores como el de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, o el de Nigrán, Juan González, sienten que les faltan medios.
