Olas de hasta 7 metros mantienen en alerta el litoral gallego buena parte del viernes

La jornada arranca con un aviso de nivel naranja que se rebaja después a amarillo

Las olas azotan el litoral gallego. JM VÁZQUEZ (AEP)
photo_camera Olas en el litoral gallego. ARCHIVO

Las previsiones meteorológicas mantienen el litoral gallego en alerta, con olas que este viernes pueden alcanzar los siete metros de altura en algunos puntos de la comunidad. Así es que el aviso naranja activado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para la jornada del jueves, ante unas condiciones que mantuvieron en puerto buena parte de la flota de Pontevedra y A Coruña, está en vigor también en las primeras horas del viernes. La alerta se rebaja después a nivel amarillo.  

En el caso del litoral de Pontevedra, el aviso es naranja hasta las seis de la mañana, con olas de entre cinco y siete metros. Y amarillo -entre los cuatro y cinco metros- hasta las tres de la tarde.

La alerta se prolonga más en el resto de la costa gallega. Así, por ejemplo, en A Mariña lucense el aviso es naranja hasta las ocho de la mañana del viernes, por olas de cinco a seis metros. Después estarán entre los cuatro y cinco, por lo que la alerta es amarilla hasta las ocho de la tarde.

Y ahí no acaba todo. Los mapas de la Aemet apuntan a que la alerta amarilla se volverá a activar durante unas horas el sábado para la costa de Lugo y A Coruña.

En tierra, Meteogalicia anuncia una mañana de cielos parcialmente cubiertos con alguna lluvia en las primeras horas y la apertura de grandes claros a partir del mediodía. Las temperaturas, mientras, experimentarán un ligero ascenso.

FLOTA. Las condiciones meteorológicas ya mantuvieron la flota de las provincias de Pontevedra y A Coruña amarrada de forma generalizada en la mañana de este jueves, atendiendo a la información recogida por Europa Press. En la provincia de Lugo las embarcaciones salieron a faenar, ya que fue por la tarde cuando se comenzó a complicar la situación meteorológica.

Ante la alerta, se recomienda evitar los diques y zonas de costa para prevenir eventuales golpes de mar, además de las actividades pesqueras y de marisqueo en las zonas más peligrosas.

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