Un agente de la Policía Local de Ferrol sufrió la rotura de un testículo a consecuencia de la patada que le asestó un joven de 16 años cuando trataba de introducirlo en un coche patrulla. El joven había sido interceptado en las proximidades de su domicilio, en la esquina de la calle República Argentina con la carretera de Castilla, tras haber sido sorprendido arrojando diversos objetos, como macetas, a la vía pública desde su vivienda.
El incidente se produjo sobre las 10,00 horas de este lunes, 24 de febrero, cuando los agentes fueron requeridos por la actitud del joven, que está ingresado de lunes a viernes en el Centro de Educación Especial Terra de Ferrol y que pasa los festivos y fines de semana en el domicilio familiar con su madre y abuela.
Al parecer, el menor de edad ya ha protagonizado con anterioridad incidentes de este tipo, por lo que ya es conocido por los agentes de la Policía Local de Ferrol y de la Policía Nacional, que han elaborado multitud de informes con sus acciones, remitidos de manera recurrente a la Fiscalía de Menores.
Tras ser localizado y reclamar la presencia de una ambulancia del 061-Urxencias Sanitarias para poder suministrarle algún tipo de tranquilizante, los agentes estimaron que lo mejor era que aguardara en el interior del coche patrulla, para evitar que abandonara la zona. En ese momento, el menor aprovechó para propinarle a uno de ellos una patada en la zona de los testículos.
A pesar de la agresión, el agente se repuso y continúo con su turno, hasta que, durante la tarde, comenzó a encontrase mal y decidió acudir al servicio de urgencias del Hospital Juan Cardona, en donde, tras una exploración inicial, le localizaron un problema en uno de los testículos, y le recomendaron trasladarse al Hospital Arquitecto Marcide, en donde a las pocas horas fue intervenido de urgencia.
Según fuentes consultadas por Europa Press la intervención finalizó con éxito y el agente tiene por delante ahora un proceso de recuperación.
Además, la Fiscalía de Menores, tras este incidente, ha ordenado el ingreso del agresor, de manera permanente y hasta que no tome una nueva decisión, en el Centro de Educación Especial Terra de Ferrol, situado en las proximidades del Hospital Arquitecto Marcide.
