Penouta, un filón olvidado que revive gracias al mercado tecnológico

Oro gris en Galicia

En pleno debate social entre defensores y detractores de la minería, una empresa canadiense pretende extraer tantalio en Viana do Bolo y una española estudia la misma opción en Forcarei

Es un metal brillante, pesado, muy duro y esencial para la fabricación de dispositivos electrónicos. El tantalio, conocido también como oro gris, se extrae de la tantalita, un recurso natural no renovable que se encuentra principalmente en la República Democrática del Congo, Brasil, Australia y también en Galicia. Por ahora se conocen dos yacimientos en la comunidad, en Viana do Bolo y Forcarei, por cuya explotación se han interesado  canadienses y españoles en un momento en el que existe debate social alrededor de la minería, sobre todo a raíz del proyecto para sacar oro de Corcoesto y al que la Xunta parece haberle cerrado la puerta definitivamente.

En el caso del tantalio las cosas están más verdes. La firma Pacific Strategic Minerals cuenta con autorización previa para "o aproveitamento dos residuos do tratamento das antigas minas de Penouta (Viana do Bolo) depositados en balsas e escombreiras", informó la Consellería de Industria. Más de 184 hectáreas de terreno de las que pretenden extraer estaño, tantalio, caolín y feldespatos durante 15 años.

El proyecto de Penouta contempla una inversión superior a los 9,7 millones y prevé crear entre 70 y 100 puestos de trabajo directos y alrededor de 350 indirectos. Todo un filón para un ayuntamiento de poco más de 3.000 habitantes que tiempo atrás vivió una época de esplendor gracias a la antigua mina. Aun así, los vecinos están intranquilos. Estaba previsto que la extracción de los minerales empezase antes pero todavía andan a vueltas con los permisos.  "Só están os da oficina", señaló Manuel Rodríguez, expedáneo de Penouta. Otro atranco para empezar la actividad es que residentes y empresa todavía no alcanzaron un acuerdo por los terrenos.

"Nós non dicimos que existan ou non, pero onde hai tantalio e estaño non é raro que haxa tamén minerais radiactivos"

FORCAREI Y BEARIZ. La explotación de Forcarei, bautizada como Alberta I, pretende convertirse en la mina de tantalio más grande de Europa, con una extensión 2.395 hectáreas de terreno entre los montes de Presqueiras (Forcarei) y de Rubillón (Beariz).

En este caso, la empresa Recursos Minerales de Galicia S.A. —con sede en Zaragoza—, tiene un permiso de investigación, tras comprar el 100% de la participación en el proyecto a la canadiense Iberian Minerals por 5 millones.

En el proyecto inicial de Iberian Minerals expuesto a información pública se contemplaba la extracción de tantalio, estaño, niobio, litio, cesio y ribidio durante, al menos, diez años pero con una concesión por 30, prorrogable, que generaría 50 puestos de trabajo. La empresa, que inició los estudios en Forcarei en 2003, pretendía construir galerías subterráneas para extraer 500.000 toneladas al año de rocas de forma menos agresiva para el entorno que con una mina a cielo abierto. Ahora, con los cambios de titularidad de la concesión, solo cabe esperar para conocer si Recursos Minerales de Galicia seguirá la senda de su predecesora u optará por un nuevo modelo de explotación.

"NON É UN CORCOESTO". La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), consultada durante la tramitación de las licencias de ambos proyectos, sostiene que tanto la mina de Penouta como la de Forcarei "non teñen nada que ver" con la mina de oro que pretendían explotar en Corcoesto.

"Non parece a decisión máis intelixente exportar materias primas en bruto cando se poderían procesar no noso territorio"

Según explicó el presidente del colectivo ecologista, Serafín González, para separar el oro de la roca triturada hay que utilizar cianuro, ácido clorhídrico y sosa cáustica entre otros productos "velenosos,   tóxicos e corrosivos". Mientras que el tantalio se separa de la piedra por gravedad. "En principio, os problemas ambientais por ese lado, menores", apuntó. Aun así, la SGHN presentó una serie de alegaciones a ambos proyectos en las que pide que se evalúe la presencia de minerales radiactivos, como por ejemplo el torio, en los yacimientos de Penouta y Forcarei. "Nós non dicimos que existan ou non, só que, a nivel mundial, onde hai tantalio e estaño non é raro que haxa tamén minerais radiactivos", expuso el presidente de la organización. En caso de confirmarse sus sospechas, habría que contactar con el Consejo de Seguridad Nuclear y seguir todos los protocolos para garantizar la seguridad de los trabajadores de las minas y residentes en el entorno. "Como mínimo, o primeiro que hai que facer é mirar se hai ou non", puntualizó.

La SGHN también pidió que se evalúen los efectos de las explotaciones mineras sobre las poblaciones de murciélagos —en el caso de las galerías subterráneas—, hábitats de interés prioritario y especies protegidas. "Penouta está a carón da zona de especial protección para aves de Pena Trevinca", señaló González, quien indicó también la proximidad de Alberta I a dos zonas LIC como las sierras de Cando y Candán.

BENEFICIOS. "Os recursos minerais en España son, por lei, propiedade do Estado", afirmó González en referencia a la explotación de los yacimientos. En este sentido, la SGHN planteó por carta al presidente de la Xunta un modelo de explotación mixto, en el que participe la administración autonómica "para que parte dos beneficios revirtan aquí". Asimismo, González se mostró muy crítico con la exportación de los minerales para refinarlos en otros países. "Non parece a decisión máis intelixente, nun país europeo do século XXI, exportar materias primas en bruto cando se poderían procesar no noso territorio", concluyó.

Aunque la SGHN todavía no recibió respuesta de la Administración, la Consellería de Economía e Industria comentó a este periódico al respecto que "impoñer requisitos de nacionalidade a empresas que queiran acceder a títulos mineiros contravén a normativa nacional e comunitaria".

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