El otoño entra en este madrugada del jueves al viernes -en concreto a las 3.04 horas- anunciando un cambio de tiempo que será de todo menos drástico. Así, la llegada de un frente poco activo durante este viernes pondrá fin a una semana de sol y calor, pero las lluvias que se esperan apuntan a testimoniales y limitadas a la franja norte, por lo que la sequía seguirá agravándose a la espera de alguna borrasca que todavía no se vislumbra en el horizonte. De hecho, los modelos apuntan a una estación más seca y cálida de lo habitual.
Lo que más se notará en estas primeras horas otoñales, sobre todo desde el sábado, será la bajada de temperaturas, ya que la entrada de vientos del norte dejará el mercurio por debajo de los 20 grados en la mayor parte de la comunidad gallega.
Eso sí, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) está a la espera de concretar la evolución de una depresión tropical formada frente a las costas de África y que podría dejar lluvias muy abundantes en la comunidad de Canarias, pero en ningún caso con afectación en tierras gallegas.
SEQUÍA. En este contexto, los problemas de agua continúan tras otras semana en la que las reservas de los embalses volvieron a bajar y los caudales de los principales ríos no logran remontar. El Ayuntamiento de Cambre, limítrofe con A Coruña y con más de 25.000 habitantes, fue el último en anunciar restricciones por la falta de agua. En concreto, desde este jueves limita el uso de fuentes ornamentales y elementos similares como acción preventiva por el riesgo de sequía.
"Atendiendo a las indicaciones y recomendaciones de la Xunta", explican en un bando "las diferentes medidas a adoptar" en la situación de escasez de lluvias actual.
Así, a la medida de las fuentes suma la eliminación del baldeo de calles para su limpieza, la reducción de los riegos públicos y privados, aconseja evitar el lavado de coches y recomienda el gasto contenido en los hogares.
