Laureano Oubiña regresa al símbolo de su imperio

El narco, en una exclusiva a Telecinco, vuelve al Pazo de Baión y a Cambados y se reencuentra con una de sus hijas y un nieto ► "Enemigos no tengo; nunca le hice daño a nadie", asegura
Laureano Oubiña, en Cambados
photo_camera Laureano Oubiña, en Cambados

Laureano Oubiña regresó a Galicia, tras 22 años en la cárcel interrumpidos el pasado mes de febrero, cuando logró el tercer grado penitenciario. Y el narco cambadés lo hizo volviendo al Pazo de Baión, símbolo del imperio que creó con el dinero de la droga y que ahora pertenece a las bodegas Condes de Albarei tras salir en subasta en 2008.

Oubiña, que parece querer convertirse en estrella televisiva, le concedió la exclusiva de su regreso a El programa de Ana Rosa. Antes ya le había dado su primera entrevista tras salir de la cárcel. Ante el Pazo ante el que las madres de la droga se apostaron hace más de 30 años, Oubiña asegura ahora que haberlo comprado "fue su gran desgracia". "Si no me hubiese metido en eso, yo no pagaría los 30 años de cárcel que pagué", abunda el narco cambadés, que insiste en que el embargo de esa propiedad fue "un robo judicial". Por ello, y como llevan tiempo haciendo sus hijas, reivindica que el Pazo es de ellas, porque la mitad pertenecía a su fallecida mujer, que nunca fue juzgada.

REENCUENTRO CON SU HIJA. 
 Oubiña, junto a un reportero del programa, también pasea por su Cambados natal y se reencuentra con una de sus hijas y un nieto que ahora tiene 27 años y que llevaba sin ver desde 1995.

Visiblemente emocionado, el narco de 71 años también asegura que el recibimiento en su localidad fue "bien, con amigos y familia". "Enemigos yo no tengo ninguno aquí, no nunca le hice daño a nadie ni he tenido problema con nadie", insiste Oubiña, que nunca admitió que hubiese traficado con cocaína, aunque sí con hachís.

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