El exministro del PP Jaime Mayor Oreja y la expresidenta de los populares en el País Vasco María San Gil se rodearon este martes del exalcalde socialista de A Coruña Paco Vázquez para presentar en Santiago Neos. La plantean como "una alternativa cultural basada en los principios del humanismo cristiano" que, pese a que "no nace para hacer política de partido", hace fuerza contra el aborto y la eutanasia; lo que denominan la ideología de género de la legislación, la Ley de Memoria Histórica o la "ley animalista", entre otros, a la vez que reivindica la "nación española", la monarquía o la "familia derivada del matrimonio entendido como la unión entre el varón y la mujer".
El acto, con unos 200 asistentes, lo abrió el propio Mayor Oreja animando a los gallegos "a pasar a la acción para defender los fundamentos cristianos" en una España que "ha perdido el norte y las referencias permanentes"; un país que "ha estado determinado por la violencia terrorista más de 50 años" y ahora "transita a la mentira".
Ejerciendo de anfritrión junto al candidato del PP a la alcaldía compostelana, Borja Verea, el edil popular José Antonio Constenla añadió que Neos nace para "hacer frente" a la "moda dominante" de un proyecto sociopolítico "totalitario" que está "basado en el relativismo, donde todo es bueno o malo según interesa", y "que no admite réplica: a quien no lo acepta se le etiqueta de antidemócrata, insolidario o insensible".
En este contexto, Paco Vázquez señaló que, 45 años después del franquismo, vuelve a "defender la libertad, la convivencia y la tolerancia" y a "denunciar" un "totalitarismo" que "se está intentando imponer". En concreto, avanzó que seguirá "levantando la voz" frente a los que le "niegan la posibilidad del bilingüismo" en Galicia, como a su juicio hacen el Ayuntamiento y la Diputación de A Coruña y la Xunta, que "se dirigen a mí únicamente en gallego", protestó.
Precisamente a Franco aludió otro participante, el letrado Ignacio Bermúdez de Castro, que tras defender que la Transición es "reconciliación", pidió no compararlo con Hitler o Stalin pese a admitir que "está claro que fue un dictador". Añadió que quienes "comen de la mano de los etarras y Bildu" no pueden dar "lecciones" a "los españoles de bien", convencido de que al Gobierno de Pedro Sánchez le queda "poco más de un año para seguir fastidiándonos la vida".
