"La pandemia no ha agravado la situación de vulnerabilidad de la infancia; la sacó a la luz"

Aida Blanco Arias es abogada y presidenta de la Asociación Abuso y Maltrato Infantil No Galicia (Amino.gal)
 
Aida Blanco. EP
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El XV Congreso Internacional de Infancia Maltratada, organizado por la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil y Amino.gal, reunirá entre este jueves y el sábado en Santiago a más de 300 expertos de diversos ámbitos que reflexionarán sobre el concepto del 'buentrato' como punto de partida para la prevención y la protección del meno

¿Qué es este "buentrato"?
Es cómo tenemos que comportarnos con los menores todos los agentes que intervenimos con la infancia y la adolescencia. Uno de los conceptos sobre los que queremos reflexionar, por ejemplo, está en mi rama: cómo se deben comportar todos los agentes que tienen trato con el menor en el juzgado: juez, fiscal, abogado, equipo psicosocial, policía... Pero también en otros campos.

¿Cuáles son las acciones necesarias para alcanzarlo?
De todo tipo, pero la formación es básica. En Amino.gal trabajamos principalmente con la prevención y la detección. La prevención es la elaboración de protocolos para evitar que la infancia sea objeto de delitos. También enseñamos a los profesionales que intervienen en la infancia —ya sea en el ámbito educativo, sanitario, jurídico, psicopedagógico...— cómo detectar que a un niño le está pasando algo y después, a partir de unos indicadores, encuadrarlo en un abuso sexual, un maltrato psicológico, uno físico... y notificarlo a los agentes que deban intervenir.

Además a los menores les es más difícil pedir ayuda.
Intento poner como ejemplo la mujer maltratada, que puede tardar en pedir ayuda, pero termina pidiéndola. Un niño muchas veces no, porque si es una violencia familiar, ¿qué va a decir? ¿Que su padre, su madre, su hermano o su abuela le está haciendo algo? Y no es lo mismo lo que le pasa a un niño de 13 años que sufre un tocamiento en el colegio que el que lo vive desde pequeñito, que lo normaliza y puede pasar mucho tiempo hasta que ve que ese comportamiento no es normal. Por ejemplo, cuando recibe una formación porque se trabaja con los niños a nivel de prevención en el colegio y se les da herramientas para que sean ellos mismos quienes puedan decir qué les ocurre.

Acciones necesarias | "Lo único que falta es aplicar la ley y saber aplicarla. Se necesita formación; los profesionales no están especializados"

Prevenir es la clave, entonces.
Es esencial, porque es el primer peldaño. Si conseguimos controlarlo, lograremos que haya menos víctimas, porque serán los propios niños los que sepan que eso no deben permitirlo y los que darán la voz de alarma. El segundo punto ya sería la detección y, por último, está la intervención. También es necesario el establecimiento de protocolos, porque en todos los ámbitos, incluso en la Justicia, no se sabe cómo intervenir. La norma recoge que los menores pueden estar acompañados en sus declaraciones judiciales por sus representantes legales, pero siempre entran los niños solos: se salta la ley a la torera alegando, por ejemplo, querer escuchar al niño a solas para que no esté manipulado. O que en las exploraciones psicológicas las tiene que llevar como un juego, no como un interrogatorio. Y eso no se hace. Hay falta de aplicación de la norma y falta de conocimiento de los propios profesionales. Si hubiera un juzgado especializado sabría en este caso cómo tiene que comportarse. Y si existieran protocolos claros y se aplicaran, esto no pasaría.

Según lo que se ve en los juzgados, ¿cuáles son los principales problemas para la infancia en Galicia?
Llegan casos de todo tipo, pero hay muchísimo abuso sexual. Preocupa porque muchas veces a un tocamiento no se le da la importancia que realmente tiene. Creemos que porque se toque un pecho no se comete un delito, y sí se hace. También vemos mucho maltrato físico y psicológico; sobre todo lo segundo, porque en las separaciones se utiliza a los niños para hacer daño al otro progenitor.

¿Qué supone la aprobación de la ley de protección a la infancia?
Es un compendio que unifica distinta normativa que ya existía en el país. Señala la obligación de crear protocolos en estos distintos ámbitos, a nivel de educación, de sanidad, en los centros de menores... Pero si estos protocolos no tienen relación entre sí, no vamos a ningún lado. Habría que afinar la coordinación. En el grueso tienen que tener un mismo objetivo: saber qué hacer ante un caso, cómo notificarlo, si hay que informar o no a los padres... La ley trabaja mucho en la prevención y la detección y, en cuanto a intervención, da mucha importancia a los protocolos y la notificación, que ya se recogía antes. Hay que afinar la ley, y entiendo que se irá haciendo según se vaya desarrollando, porque hay cosas que no han quedado bien atadas.

La Plataforma de Organizacións de Infancia de Galicia reclama una ley autonómica de la infancia.
Galicia ya tiene la ley de apoyo a la familia y a la convivencia. Siempre he dicho que tenemos normativa de sobra, lo único que falta es aplicarla y saber aplicarla. Aunque sí hay ciertas cosas que se tienen que recoger o modificar, como el alejamiento. Es una incongruencia que si denuncio una violencia de género hay una suspensión automática del régimen de visitas de los hijos y, si denuncio una violencia en la infancia en padres separados, no. Pero hay muchas otras cosas, como la prueba preconstituida, que llevaba recogida en la ley de enjuiciamiento criminal muchísimos años pero no se cumplía porque a jueces y fiscales no le daba la gana o porque los abogados no sabían que podían solicitarla.

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¿Y qué hace falta para lograrlo?
La formación de los profesionales, que no están especializados. En el colegio de abogados no existe un turno de oficio especializado en violencia infantil, que va al penal general, al igual que un caso de lesiones, un homicidio, un tráfico de drogas... Se necesita esa especialización para saber cómo intervenir, qué solicitar, cómo comportarte con el niño, que no actúa igual si tiene 7 años que si tiene 15, o que se puede quedar callado si se siente cuestionado, o que no es capaz de verbalizar nada si está solo en un despacho porque tiene miedo. Para tratar con la infancia hay que tener una sensibilidad especial.

¿Tienen suficientes recursos los servicios de base para una detección temprana y efectiva? Por ejemplo, el Colexio de Traballo Social acusa a la Xunta de tener desbordados a los equipos de servicios sociales por falta de refuerzos.
Antes que los recursos está que los profesionales que estén al frente de los mismos sepan lo que tienen delante. Volvemos a la especialización. Lógicamente no es lo mismo que la persona esté sobrecargada, que se le pueden pasar cosas por encima, pero el aumento de recursos debe ser para que se hagan las cosas mejor, porque si dotamos recursos pero no están especializados, no nos vale para nada.

¿La pandemia ha agravado la vulnerabilidad de la infancia?
No es que la haya agravado, es que la ha dejado ver. Al estar 24 horas con el agresor, la respuesta de los niños, o de los otros progenitores, ha sido mayor; han salido más casos a la luz.

¿El impacto de la tecnología en los menores exige un esfuerzo extra?
Efectivamente. Las redes sociales y las tecnologías hacen mucho daño a todos lo niveles. Ya no solo en cuanto a la pornografía, porque también podemos hablar del bullying. Abogo por un consumo responsable. Es necesario reeducar a los padres y también actuar en los colegios, que deben imponer normas de uso de los móviles. Evitaríamos muchos casos de bullying. También hay que controlar con quién hablan los niños, porque hay perfiles falsos tras los que se encuentran pederastas. Antes de dejar a un niño acceder a las nuevas tecnologías, hay que formarlo para que haga un uso responsable. Y esa formación no existe. Entonces, lo único que nos queda es legislarlo, porque hay un vacío legal en torno a los delitos que se comenten a través de las redes. Pueden hacerse horas de investigación y no conseguir nada. He llevado casos ocurridos en Facebook, Instagram o WhatsApp, que son empresas con domicilios sociales y bases de datos en EE.UU. y, cuando quieres recuperar el material a través del cual se han cometido los delitos, EE.UU. no colabora. A lo mejor necesitamos una legislación mucho más dura para perseguir este tipo de delitos, porque vamos a tener un problema muy gordo.

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