La huelga abarrota los trenes y taxis

Paro casi total en el transporte en una tensa jornada

Una persona fue detenida en Ourense por pinchar las ruedas del un vehículo adaptado ► Las protestas se repiten este miércoles, mientras las posturas entre los sindicatos, la patronal y la Xunta continúan muy distanciadas

La tercera jornada de huelga del transporte de viajeros por carretera tuvo un seguimiento "masivo" y volvió a paralizar este martes los servicios de autobuses en Galicia, aunque a diferencia de la semana pasada la ausencia de servicio escolar por el final del curso aminoró en cierto modo los efectos del paro. Un factor que, sin embargo, no impidió cierta radicalización de la convocatoria, ya que se produjeron algunos incidentes, ataques a autobuses y hasta fue detenida una persona. 

Así, en Ourense los piquetes desinflado de ruedas de una decena de autocares y una persona fue detenida por pinchar los neumáticos de un vehículo adaptado que llevaba a enfermos de alzheimer a un centro de día. 

El seguimiento de la huelga fue "prácticamente total" según los sindicatos UGT, CC OO y CIG, y de un 85% según la patronal. Por su parte, la Consellería de Infraestructuras situó el incumplimiento de los servicios mínimos —fijados en un 40%— en un 78%.

Ante el enquistamiento de las posturas, la huelga se repetirá este miércoles y después, cada martes y miércoles hasta que la Xunta se siente en la misma mesa con sindicatos y patronal, un escenario que la consellería descarta basándose en los intereses diferenciados de cada uno de los actores.  Y es que todos protestan contra el plan de reordenación del sector de la Xunta, pero también contra la parálisis de los convenios colectivos. 

EL EJEMPLO DE CASTILLA Y LEÓN. La cuarta jornada de huelga viene precedida de un encuentro entre la titular de Infraestruturas y el consejero de Fomento de Castilla y León, comunidad a la que la Xunta puso como ejemplo de una "experiencia de éxito" en la integración del transporte escolar y el regular. 

Ambos dirigentes se vieron también con confederaciones de padres de alumnos, que en días pasados decidieron dar un paso a un lado y descartaron movilizarse contra las intenciones de la Xunta, pero sí aseguraron que estarán "vigilantes" para asegurar una correcta convivencia de escolares y adultos en las líneas que prevé integrar el Gobierno gallego en el rural. 

Esta es, en concreto, la clave de la que se deriva el conflicto, ya que los sindicatos temen que la integración de servicios escolares en los regulares implique menos conductores y las empresas dan por hecho la desaparición de compañías de mediano y pequeño tamaño.  Por su parte, la titular de Infraestruturas niega la mayor, y afirma de hecho que lo que se busca es "blindar" el empleo mediante la subrogación, que es obligatoria por ley, y promete incluso un aumento del mismo a través del incremento del número de cuidadores, de las horas y de los kilómetros de conducción. 

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