El parricida de Oza mandaba mensajes amenazantes: "Todo en esta vida tiene un final"

La actual pareja de la mujer prestó declaración detrás de un biombo

El parricida de Oza. MONCHO FUENTES
photo_camera El parricida de Oza. MONCHO FUENTES

El hombre acusado de dar muerte en el municipio coruñés de Oza-Cesuras a su hijo de 11 años valiéndose para ello de una pala metálica enviaba supuestamente mensajes de contenido amenazante a la pareja actual de la mujer y madre del menor y al hermano de ésta. Uno de ellos rezaba: "Todo en esta vida tiene un final".

Es lo que se ha contado en la segunda sesión del juicio por este crimen cometido en 2017, coincidiendo con el Día de la Madre, en una jornada en la que ambos han ofrecido su testimonio, un día después de que el único acusado confesase que es imposible que cometiese tal atrocidad en estado consciente y alegase los problemas psíquicos que padece.

La pareja de la mujer, que este lunes prestó declaración tras un biombo y nunca creyó que su ex le arrebataría al niño de tal modo, ha comentado que ella nunca salía sola, desde la separación de ambos en 2009, y que tenía miedo, pero de que la matase a ella, y nunca al pequeño.

De hecho, este varón ha indicado que de estos mensajes de Marcos Mirás, el presunto autor de los hechos, se dio parte, pero se produjo un sobreseimiento, y a raíz de ello la familia no tuvo una confianza plena en la Justicia.
Y no cesaron los insultos en las redes sociales.

Al parecer, la relación entre el padre y el hijo era buena, pero en una ocasión el niño agarró del cuello a la madre y, cuando ella lo avisó de que se ahogaba, él contestó que era su padre el que lo instigaba a proceder de tal modo. Ella, asustada por las actitudes de su ex, llegó en un momento determinado incluso a cambiar de puesto de trabajo.

La Audiencia Provincial de A Coruña acoge hasta el próximo jueves la vista por el asesinato de este crío, calificación en concurso con un delito de lesiones psíquicas.

El Ministerio Público solicita la prisión permanente revisable al entender que la única finalidad del presunto parricida era la de causar daño a su mujer -madre del pequeño- por no haber aceptado reanudar la relación sentimental con él.

Según la Fiscalía, ideó un plan y lo ejecutó fríamente, sin importarle la vida de su hijo y haciendo lo posible para que el niño no pudiese ser socorrido.