El gallego que vende la Sputnik V

Pedro Mouriño, con pasado en el PP, confirma que hubo varias comunidades interesadas
Pedro Mouriño Uzal. AEP
photo_camera Pedro Mouriño Uzal. AEP

Pedro Mouriño Uzal, abogado santiagués de 47 años, apareció por primera vez en los medios en el año 2003, cuando fue nombrado vocal de Nuevas Generaciones del PP en Galicia con la llegada a la presidencia de la estructura de los cachorros populares de Diego Calvo. Poco más se supo de él en política, salvo sus relaciones con el sector de Esperanza Aguirre en Madrid, y decidió tomar el camino de la empresa privada.

Hoy, Mouriño es fundador y consejero delegado de Iber Atlántic, un grupo vigués asociado a un fondo inversor ruso. El empresario también es cónsul honorario de la República Rusa en Galicia. Hace un mes, la compañía fue noticia por su relación con la biofarmacéutica Zendal y sus opciones a producir la vacuna rusa. "Llevamos más de un año con este tema, fuimos de los pocos que creíamos que podría llegar esta vacuna a España", aseguraba Mouriño, que decía ser "optimista". El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) es el fondo soberano de Rusia, creado en 2011, que actúa como catalizador para la inversión directa en la economía rusa, y suya es la titularidad de la vacuna Sputnik V y la gestión de sus derechos internacionales.

Así que, entre una cosa y la otra, Mouriño se convirtió en el principal intermediario para España de una vacuna que aún ni siquiera está admitida por la Ema, pero que sin embargo se está utilizando ya en varios países.

El propio empresario santiagués confirmaba este miércoles a varios medios que no solo Madrid contactó con él, sino que hubo "varias comunidades" interesadas en el preparado ruso, pero que no da sus nombres por "confidencialidad". En el "marco específico de negociación para la producción de la Sputnik V" en Europa, IberAtlantic Global Corporation mantuvo "numerosas reuniones y comunicaciones con diferentes instituciones públicas y privadas de muy distinta naturaleza, incluidas administraciones públicas", destacan.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, fue uno de los que el miércoles criticó que las comunidades fuesen por libre en estas gestiones, como hizo la líder de su partido en Madrid, Isabel Ayuso. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, aseguró que las autoridades gallegas no mantuvieron contactos "con ningún representante, ni lobbista" para traer a Galicia la vacuna rusa Sputnik V, cuyo uso, ha añadido, estará condicionado a los cauces habituales.

Pero no solo con Sputnik, el presidente valenciano, Chimo Puig, confirmó que había mantenido contactos para comprar directamente 2,5 millones de dosis de la vacuna de Janssen.


Ema. Inspección de "buenas prácticas"
La agencia Europea del Medicamento confirmó que llevará a cabo "una inspección de buenas prácticas clínicas" en Rusia sobre la forma en la que se realizaron los ensayos en los voluntarios con la vacuna Sputnik V, que se encuentra en un proceso de revisión continua en este regulador. La directora ejecutiva de la Ema, Emer Cooke, justificó que se trata de "un proceso normal" que sigue la agencia durante su proceso de evaluación de los fármacos y busca confirmar que los ensayos clínicos siguieron los procedimientos adecuados a nivel científico y ético.

Resto de Europa. Baviera firma un preacuerdo de compra y Eslovaquia recibe una menos eficaz

El estado alemán de Baviera firmará un preacuerdo para comprar 2,5 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik, condicionado a que las autoridades europeas aprueben su uso. Ha habido una "prenegociación" con las autoridades rusas para recibir esos suministros, que quedan supeditados a las decisiones de Ema, indicó el primer ministro del Land, Markus Söder.

Por su parte, Eslovaquia ha recomendado no usar la vacuna Sputnik V debido a que aún no tiene suficiente información para aceptar su administración y después de que la compra del fármaco fuese uno de los puntos más controvertidos en la reciente crisis gubernamental del país.

Las vacunas Sputnik V recibidas en Eslovaquia tienen parámetros diferentes a los reseñados en un estudio de la revista The Lancet que confirmó una seguridad y eficacia del 91,6 por ciento. 

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