Arranca el juicio al Pequeño Nicolás por el viaje a Ribadeo: "Quería sentirme poderoso"

Gómez Iglesias declaró este martes en a Audiencia Provincial de Madrid por su viaje a Ribadeo en 2014
El Pequeño Nicolás. ISABEL INFANTE
photo_camera El Pequeño Nicolás. ISABEL INFANTE

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como el Pequeño Nicolás, ha asegurado este martes ante el tribunal que lo juzga que cuando viajó a Ribadeo para reunirse con el empresario Jorge Cosmen pretendía tirarse "el pisto" y sentirse "poderoso", pero no pretendía que creyera que era una "autoridad".

Gómez Iglesias ha declarado este martes ante el tribunal de la sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid acusado de hacerse pasar por un enlace entre la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real para organizar ese encuentro con el presidente de Alsa en 2014.

Está acusado de delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho pasivo, por los que la Fiscalía pide siete años de prisión para él.

"Yo quería tirarme el pisto con el empresario y hacer un viaje. Con esa inmadurez quería asemejarme a los mayores y creerme poderoso. Quería que pareciera que yo era una persona importante. No quería parecer una autoridad, solo una persona importante", ha declarado Gómez Iglesias ante el tribunal.

En ese contexto, ha insistido en que él "estaba al corriente de la política" y sabía que el cargo de enlace entre Casa Real y el Gobierno "no existía". "No quería dar impresión de una autoridad, sino de persona importante", ha subrayado.

En su defensa ha remarcado que en 2014 sufría un trastorno de la personalidad narcisista que aún padece y por el cual está "en tratamiento psiquiátrico" desde el año 2016. "En aquel momento quería darme aires de grandeza, así que cuantos más coches en la comitiva, mejor", ha añadido.

En esa comitiva integró a las otras dos personas que se sientan en el banquillo junto a él: el cabo de la Policía Municipal de Madrid Jorge G. H., y el policía municipal de Torrijos (Toledo) Carlos P. L. D. Cada uno de ellos se enfrenta a una petición de cinco años y medio de prisión por parte del fiscal.

El Ministerio Público detalla en su escrito de acusación que el 13 de agosto del mismo año ambos almorzaron en un restaurante de Ribadeo, una reunión a la que, según Gómez Iglesias, "asistiría una persona muy importante de la Casa Real", algo que nunca ocurrió.

El encausado contactó previamente con los dos policías municipales acusados, a los que pidió que le proporcionaran los medios necesarios para hacerse pasar por un cargo público, todo a cambio de una gratificación por sus servicios.

El de Madrid, Jorge G.H., ha dicho que no cobró por ese trabajo, que conocía a Gómez Iglesias de antemano y que al llegar a Ribadeo se formó "un gran revuelo de prensa y personas" ante el rumor de que al encuentro asistiría "algún miembro de la Casa Real".

Por su parte, el policía municipal de Torrijos Carlos P.L.D. ha declarado que Jorge le pidió que acudiera a "escoltar en un viaje a Galicia una importante autoridad" cuya identidad no conocía. Cuando más adelante reconoció a Gómez Iglesias en televisión tras su detención se sintió "engañado". 

El policía que dirigió la investigación ha recalcado que en la comitiva se usaron vehículos "de apariencia oficial" que portaban rotativos policiales, lo que demuestra que el Pequeño Nicolás quería hacerse pasar por una autoridad.

El juicio continuará este miércoles con la declaración de otros testigos, entre los que se encuentra el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, con el que el Gómez Iglesias se reunió en Ribadeo. 

La acusación popular que ejercen la Asociación Municipal Unificada de Madrid (APMU) y Podemos solicita once años de cárcel para el Pequeño Nicolás; la Abogacía del Estado, 21 meses de prisión y una multa, y el Ayuntamiento de Madrid reclama tres años y medio de cárcel

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