Cuatro perros causan heridas de gravedad a una mujer en Muíños: "Vinme morta"

La víctima, de 70 años, sufrió lesiones en todo el cuerpo e incluso podría perder la visión del ojo izquierdo
La víctima, tras el ataque. TVG
photo_camera La víctima, tras el ataque. TVG

Una mujer sufrió heridas de gravedad este fin de semana tras ser atacada por cuatro perros en la aldea de Barxés, en el municipio ourensano de Muíños.

Fue el hijo de la víctima quien presentó denuncia el domingo después de que ese mismo día la madre fuese atacada por los canes de una vecina.

Según informa la TVG, la víctima –Feliciana R.R. de 70 años– sufrió mordeduras y contusiones por todo el cuerpo, muchas de ellas de consideración. "Paseino francamente mal porque me vin morta", declaró la mujer a la TVG, quien añade que podría perder la vista del ojo izquierdo.

El ataque de los perros

El suceso se produjo en torno a las 11,30 horas del domingo cuando Feliciana fue a recoger verdura a una finca de su propiedad y se encontró con las "catro feras correndo". Aunque intentó pasar desapercibida para evitar el encuentro con los animales, estos fueron directamente hacia ella y comenzaron el ataque.

Heridas en una de las piernas de la mujer. TVG
Heridas en una de las piernas de la mujer. TVG

Fue la intervención de la dueña de los perros, una vecina de Barxés, la que evitó que la tragedia se saldase con la muerte de la septuagenaria, aunque no sin esfuerzo. "Botáballe man a un e os outros atacaban por outro lado", asegura Feliciana.

Debido a las lesiones, la mujer fue trasladada en un primer momento a Punto de Atención Continuada de Muíños, desde donde fue derivada al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (Chuo).

Investigación

La Guardia Civil ya ha abierto ahora una investigación para tratar de esclarecer los hechos y en qué condiciones se encontraban los perros, al menos tres de los cuales podrían ser de raza potencialmente peligrosa.

Así lo aseguran vecinos de Barxés, quienes explicaron a la TVG que los animales siempre andan sueltos y sin bozal por el pueblo. Estas personas viven con miedo e incluso tienen que salir de casa armados con palos, porque aseguran que ya protagonizaron otros ataques.