Un pesquero que 'faenaba' entre la flota gallega cae con 15 toneladas de hachís

La Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil lo interceptaron frente a las costas africanas
photo_camera Así fue el abordaje del Odissey.

La labor de la Oficina de Investigación Marítima de Vigilancia Aduanera de Galicia, la Inteligencia de la Udyco de la Policía Nacional y el apoyo de la Guardia Civil sirvió para detectar, perseguir y abordar al pesquero Odissey, de bandera de Mongolia, cargado con un monumental alijo de unas 15 toneladas de hachís en sus bodegas. El barco, que llevaba años en el punto de mira de las autoridades, se camuflaba entre la nutrida flota gallega que faena frente a la costa atlántica africana para efectuar viajes de Norte a Sur e incursiones en el Mediterráneo, lo que llamó la atención a los especialistas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Así, y tras un minucioso rastreo, los agentes supieron que el Odissey había partido de Gibraltar para cargar la droga en las siempre permeables costas marroquíes, en este caso en el Atlántico. En cuanto tuvieron constancia de que tomaba rumbo Sur (la idea de los narcos era reintroducirlo en África por Senegal para un posterior viaje al Norte por tierra a través de rutas sin control policial posible), Vigilancia Aduanera, por medio de su patrullera Sacre, llevó a cabo su abordaje. Así concluyó la operación Agua Mojada, a unas 30 millas al Este de Fuerteventura, en espacio marítimo internacional.

El jefe del operativo del abordaje cayó al mar durante la maniobra y fue rescatado

Los tripulantes del pesquero, de nacionalidad italiana (el patrón) y senegalesa (los jefes de máquinas y los marineros), no opusieron resistencia. Sin embargo, el mal estado de la mar en aquel momento hizo que el responsable del abordaje cayese al agua, siendo rescatado rápidamente por sus compañeros sin mayores consecuencias.

RUTA ATLÁNTICA. Las autoridades policiales han detectado el incremento del tráfico ilícito de drogas a través de una ruta hasta ahora poco conocida que lleva a los narcos de Norte a Sur, de forma que transportan grandes alijos de hachís desde Marruecos hasta Senegal, Sierra Leona, Guinea Conakry o Guinea Bissau para, aprovechando la escasa vigilancia en todos estos estados, colocar las sustancias en puntos sin vigilancia. A continuación, y empleando la ruta del Sahel, los cargamentos alcanzarían Libia, un punto clave para su redistribución hacia distintos países de Europa.

Los grupos criminales que han decidido explorar esta nueva ruta lo han hecho para evitar, en la medida de lo posible, la constante presión policial de España, Francia e Italia en el Mediterráneo Occidental. 

El barco y la droga fueron trasladados hasta el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, al que llegó sobre las 17.00 horas de este martes junto a los detenidos. La droga incautada podría alcanzar un precio de unos 50 millones de euros, según el país en el que se vendiese.